Con esta grafía se denomina al conjunto de cerdas que tienen algunos animales en la cerviz. Se usa frecuentemente en plural. Aunque en el latín clásico era una voz masculina, en el español general culto, desde la época medieval, es mayoritario su uso en femenino: la crin, las crines. El Diccionario Panhispánico de Dudas anota que en algunos países de América y en ciertas regiones españolas se usa ocasionalmente con el género masculino etimológico. La variante ‘clin’, frecuente en el español medieval, ha desaparecido de la lengua culta actual y se desaconseja su empleo.
Impajaritable
El Diccionario de Americanismos de la Real Academia de la Lengua señala que esta grafía es usada en varios países con escasa diferencia en su significado. Por ejemplo, en Perú, se refiere a que una cosa es indiscutible; en nuestro país o en Chile, algo impajaritable es algo inevitable. Con esta grafía en España se denomina a algo que es evidente y que no deja lugar a dudas. En Ecuador también usamos impajaritable cuando decimos que una cosa es imprescindible. Ejemplos: ‘Mañana deben asistir a la escuela impajaritablemente’; ‘Esta reunión es absolutamente impajaritable’.