La Compañía Nacional de Danza del Ecuador (CNDE) cumple 45 años de vida institucional en medio de una pandemia, que la directiva y los elencos han tomado como una oportunidad para innovar las formas de pensar, producir y mostrar el trabajo artístico.
Entre enero y marzo del 2020, la CNDE realizó 17 funciones para 3 299 personas, hasta que la pandemia paralizó por completo la actividad artística a escala nacional y comenzaron los desafíos para el personal administrativo, los 16 bailarines y dos maestros.
Para la CNDE, el proceso de adaptación se convirtió en una etapa de innovación. El elenco enfocó sus esfuerzos en el montaje y la creación de propuestas coreográficas en formato de videoarte y videodanza.
A partir de mayo se volvieron a presentar obras en modalidad virtual. En estos espacios, la Compañía se encontró con nuevos circuitos de exhibición y espectadores que asistían desde distintas provincias y otros países. Mantener y ampliar el público presencial y virtual es uno de los retos que la CNDE tiene por delante.
En los meses con mayores restricciones, el entrenamiento de la danza clásica y contemporánea se realizó por medios telemáticos. En ese periodo, dice la maestra Andrea Jaramillo, el elenco artístico experimentó otra forma de entender y trabajar el cuerpo y el espacio. Ante la necesidad de seguir creando obras para el formato audiovisual, los bailarines iniciaron un proceso de aprendizaje del lenguaje audiovisual, con la ayuda de la cineasta Alexandra Cuesta.
Desde mediados del 2020, bailarines y maestros volvieron progresivamente a lo presencial, divididos en grupos.
En el salón principal, Jorge Alcolea dirige el ensayo con una parte del elenco en la última hora de la jornada presencial. El protocolo de bioseguridad se cumple a rajatabla para prevenir contagios. Hasta el momento, el 80% del personal está cubierto con al menos una dosis de vacunas.
Entre presentaciones dirigidas a instituciones educativas, obras de repertorio y estreno, en el 2020 se realizaron 65 funciones para 17 340 espectadores. A diferencia del 2019, en el que se crearon cuatro obras coreográficas; durante el 2020, la Compañía trabajó en la creación de 22 nuevas piezas.
‘Móvil intangible’ de Talía Falconí, ‘La perla luminosa’ de Carolina Váscones, ‘Desplazamientos’ de Valeria Andrade y ‘Nadie nos mira’ de Milena Rodríguez, son cuatro obras que se suman a un ya variado repertorio, en el que también se integra el remontaje de ‘La consagración de la primavera’, en formato de video-arte.
En febrero, Roberto Rivera asumió la dirección ejecutiva de la CNDE con la intención de emprender nuevos proyectos artísticos. La aprobación de los estatutos internos, dice Rivera, será una herramienta fundamental para reforzar la institucionalidad, crear elencos e implementar programas de formación.
La autogestión y las alianzas con entidades públicas y privadas son importantes para compensar el recorte del 3% en el presupuesto de este año, dice Rivera. También es clave en el trabajo de gestión que le permite a la compañía realizar coproducciones, giras y talleres.