Las palabras del músico canadiense Leonard Cohen, dedicadas al origen de su música y vinculadas a un guitarrista español, y la contención agradecida de los héroes de Fukushima pusieron las notas de emoción en la entrega de premios Príncipe de Asturias, el pasado viernes, en Oviedo.
Cohen, acompañado de su sombrero, improvisó un discurso en el que expresó su agradecimiento por este reconocimiento y por el papel que España ha representado en su carrera.
El artista contó algo “que nunca había contado en público”, que es cómo comenzó a tocar la guitarra, en los años 60 en Montreal, gracias a un guitarrista español que le enseñó seis acordes.
“Esos seis acordes han sido la base de todas mis canciones”, recordó. “Ahora podrán comenzar a entender las dimensiones de la gratitud que tengo por este país”.
Con su hablar pausado y su voz grave, el galardonado con el Premio de las Letras dijo, además, que con la lectura de las obras del poeta andaluz Federico García Lorca entendió“que había una voz”, y obtuvo el “permiso para encontrar la voz, para ubicar el yo, un yo que no está del todo terminado”, dijo Cohen.
Tras este discurso tuvo lugar la entrega de los diplomas a los premiados, entre ellos el de Toyohiko Tomioka, al frente del equipo de bomberos que estuvo en la central nuclear de Fukushima; el director de orquesta italiano Ricardo Muti (a las Artes); la Royal Society británica (Comunicación).