Resulta interesante que un libro inesperado aparezca para despertar curiosidades y ubicarnos en algún contexto poco explorado. Ese contexto sería el de la literatura de ciencia ficción y el libro en cuestión es ‘Si alguna vez llegamos a las estrellas’, una compilación de escritos de Erwin Buendía (1966 – 2006) sobre literatura fantástica y ciencia ficción.
Del libro (su reseña en el recuadro) se extraen nombres de autores, invitaciones a la lectura y sobre todo una reflexión sobre el género, sus virtudes y sus alcances, en publicaciones y exponentes, dentro de las letras ecuatorianas.
En años recientes al topar el género las referencias que saltan son los nombres de Santiago Páez, con los cuentos de ‘Profundo en la galaxia’ (autor y libro sobre los que Buendía realizó su tesis); de Leonardo Wild, con la novela ‘Cotopaxi, Alerta roja’; Jorge Valentín Miño, por relatos como ‘Navidad en Titán’ o ‘Los lobos de Umbría’; Fernando Naranjo Espinosa, con ‘La era del asombro’ o ‘Cuídate de la coriolis de agosto’; y Ney Yépez, con ‘Crónicas Intraterrestres en la cueva de Los Tayos’.
Sin embargo, una revisión por más amplias referencias pueden devolver al lector hacia algo más de un siglo en el pasado. Es entonces cuando se puede llegar al humanista y escritor guayaquileño, Francisco Campos Coello (1841 – 1916), en especial a su publicación ‘Narraciones fantásticas’, de 1894, o a su novela ‘La receta’, donde un hombre centenario descubre una Guayaquil devastada por los cataclismos. En ‘Si alguna vez llegamos a las estrellas’ aparece un ensayo de Buendía, en el que presenta a Campos Coello y establece una reflexión comparativa entre este y el francés Julio Verne. Ahora es una tarea casi imposible llegar a algún ejemplar del autor porteño.
Asimismo se sabe de Manuel Gallegos Naranjo y un texto prácticamente perdido en el olvido ‘Guayaquil Novela Fantástica’; narración que, por carácter, no hubiera entrado en los territorios literarios y sociales defendidos por su sobrino Joaquín Gallegos Lara.
En la línea de la ciencia ficción se hallan también algunos textos del tungurahuense Carlos Béjar Portilla con textos como ‘Dulce lactancia’ o ‘A.C. Dobleú’. Y hay que hablar del guayaquileño J.D. Santibáñez , con su novela ‘Ejecútese el mañana’, quien se ha volcado al cómic para dar vuelo a sus historias. Algo similar ocurre con Eduardo Villacís, entre sus creaciones está‘Smoking Mirror’ un relato ilustrado, que cuenta la conquista de Europa por parte de los aztecas (ver ilustración).
Mientras que el Ecuador como espacio para la ciencia ficción fue utilizado por H.G. Wells, en ‘El país de los ciegos’, relato ambientado en los Andes y con un componente distópico, y por el norteamericano Kurt Vonnegut Jr. con su novela ‘Galápagos’.
Así que ejemplos hay… hace falta llegar a ellos. La influencia de las nuevas tecnologías en la vida cotidiana podría acompañar a un buen momento para la ciencia ficción en las letras nacionales.
Una guía sobre el género
El libro de Erwin Buendía, ‘Si alguna vez llegamos a las estrellas’, recoge 35 artículos publicados por su autor en las páginas de diario Hoy, un ensayo y un cuento. Además, la publicación de La Caracola Editores cuenta con un prólogo, emotivo e ilustrativo, de Leonardo Valencia.
Lector apasionado de la ciencia ficción, Buendía invita a los lectores a conocer a los autores y a los textos más representativos del género. El acercamiento se da desde la vida y el contexto de los escritores, y desde una breve descripción de la obra. Las reflexiones llegan desde las formas de cuestionar la realidad y los procesos sociales, o la propuesta de debates filosóficos y teológicos.
Buendía no se limita a la ciencia ficción, también aborda la fantasía y la mitología. Lo hace desde la experiencia del lector, pero además desde la experiencia del visionador de filmes, pues el cine es parte elemental de su propuesta.