La vanguardia o lo tradicional. El teatro contemporáneo o costumbrista. El debate dentro del arte tiene en la Casa de la Cultura, núcleo del Guayas, un nicho permanente de discusión.
Durante mucho tiempo se ha dicho que ‘La Casa’ se mantuvo lejos de la vanguardia en la escena cultural de la ciudad. Algunos se mantienen en esta opinión. Otros sostienen que en el interior de esta entidad empezó un cambio de mentalidad.
“La Casa pertenece tanto a la generación que ya tuvo su espacio para expresarse, como a los artistas que ahora también quieren su espacio. Estamos trabajando en cambiar nuestra imagen”, dice la actual presidenta de la institución, Rosa Amelia Alvarado. Cuatro son las áreas con mayor actividad de la CCE de Guayaquil: ballet, coros, grupo de teatro y el área de pintura.
Para Yelena Marich, directora de la escuela de Ballet, los últimos 12 años, la Casa está pasando por un cambio generacional. “El estigma de la institución de ser vieja proviene de administraciones anteriores. Ahora la institución empieza a ser visitada por los jóvenes”, agrega.
En su área existen 200 estudiantes que aprenden ballet clásico, folclórico y contemporáneo, 30 varones y el resto niñas.
Melvin Hoyos, director de Cultura y Promoción Cívica del Municipio de Guayaquil, añade que la ciudad ha tenido un despertar cultural en la última década, y que la Casa no iba a la par de este proceso. “En los últimos dos o tres años se han dado pasos firmes para que entren en la contemporaneidad, especialmente es las artes plásticas se siente un remezón, un resurgir. Pero sí se había quedado”, aseguró.
Sin embargo, el Salón de Octubre, mayor espacio pictórico de la Casa, se mantiene dentro de los formatos tradicionales. Lo que se empezó a hacer es recoger los trabajos más alternativos y exhibirlos fuera de concurso.
Este año también se dio espacio a los alumnos del ITAE, con su muestra ‘Labranza Cero’, con técnicas más vanguardistas.
Jimmy Lara, William Martínez también han presentado sus trabajos en formatos no tradicionales como instalaciones, fotos combinadas. Lo mismo con exhibiciones de cómics.
Una voz crítica con la gestión de la entidad es el pintor Hernán Zúñiga. “Yo salí de la Casa porque intentaba imponer la vanguardia, porque era una entidad conservadora. Hicimos un Salón de Octubre con formatos alternativos, tratando de contrastar esta línea. Veo que hacen actividades pero no son de vanguardia”, indica Zúñiga.
Desde la semana pasada se presentan en la pinacoteca Manuel Rendón los trabajos plásticos de Miguel Yaulema, un artista con amplia trayectoria.
Robin Echanique está al frente de la pinacoteca Manuel Rendón Seminario, que junto a los salones Araceli Gilbert y Juan Villafuerte, comprenden los espacios destinados en la institución para las artes plásticas.
“Sí tenemos espacios para artistas emergentes, jóvenes. Recibimos solicitudes para hacer exhibiciones de estos artistas que buscan hacer su primera exposición”, asegura Echanique.
Durante el año se presentan dos exhibiciones de artistas consagrados, y entre 15 y 20 de noveles. En estas se pueden ver instalaciones y otros formatos más contemporáneos.
Rosa Amelia Alvarado buscará ser elegida como presidenta de la Casa en abril de 2011. Entre los proyectos que tiene está el de retomar las publicaciones de novelas y cuentos. Insiste en que se busca recuperar el público que se alejó de la entidad y que toda tendencia es bienvenida.