Cuando Karina Skvirsky habla se nota que vive en un país donde el castellano jamás ha sido una rutina. Cuando el lente de su cámara captura una imagen, también muestra esa mirada ‘extranjera’.
De padre estadounidense, madre ecuatoriana y abuelos judíos, Skvirsky nació en Ecuador, pero se radicó en Nueva York (EE.UU.) desde los 7 años. “Dos o tres veces al año” regresa a su país natal para visitar a familiares.
Esta es una de esas veces. Regresó y lo hizo para inaugurar la muestra ‘Southern Exposure’ (Exposición Sureña), en la Galería DPM, en el norte de Guayaquil.
“Entiendo el contexto del Ecuador, pero también tengo esa mirada extranjera que se asombra por algunas cosas banales, cotidianas”, dice alterando los acentos en cada palabra que lanza.
Y así nace, por ejemplo, una parte de su muestra fotográfica. La serie se titula ‘Las Casas de Guayaquil’. Skvirsky fotografió los interiores de cinco hogares que pertenecen a familiares suyos: una de clase media en Urdenor, tres en sectores populares: La Guangala, el Guasmo y La Chala; y una restante ubicada en una urbanización privada: Puerto Azul.
“Mira esa foto, es muy ecuatoriana: una construcción a medias. Se acabó la plata y no se pudo terminar”, reflexiona Skvirsky, mientras señala la fotografía titulada La Casa de Piedad. El Guasmo 2010-2011, que pertenece a una tía suya que tiene un cuarto sin un techo que lo cubra.
El ojo siempre alerta de Skvirsky también se detuvo en una pared en la que una mancha ploma, en forma rectangular, dice que un día existió ahí un aire acondicionado, en un librero repleto de clásicas enciclopedias ecuatorianas, en el cuarto de una empleada doméstica que tiene su cama y ducha juntas, sin ninguna separación de por medio. “Eso nunca vas a ver en Estados Unidos”, alza la voz Skvirsky sobre esta última fotografía hecha en La Guangala.
“Cuando veo el trabajo de Karina (Skvirsky) me acuerdo de esa canción que dice: No soy de aquí ni soy de allá”, dice el curador guayaquileño Rodolfo Kronfle, Chambers, quien recientemente publicó un libro de arte ecuatoriano contemporáneo.
Otra sección de la muestra se denomina ‘La Ruta del Sol’.
Karina leyó cientos de blogs turísticos en la red. Pertenecen a extranjeros que relatan con asombro sus experiencias en Ecuador.
“Los blogs son los diarios del siglo XXI”, dice Karina.
Y en sus lecturas encontró, en cambio, que esta vez eran los foráneos los que se alertaban ante ciertas situaciones. Por ejemplo. al ver que algunos ecuatorianos comen sopa de pichón, que los perros andan sueltos en las calles, que ciertos hombres orinan tranquilos en las paredes públicas.
Hizo videos recreando esas y otras realidades criollas. Se colocó a sí misma como protagonista.
En la muestra se exhiben esos fragmentos, cada uno de ellos, en diminutas pantallas. A un lado, unas capturas de los diseños de los blogs. Utilizó un proceso fotográfico del siglo XIX conocido como cianotipo: se revela la imagen usando los rayos UV del sol.