Paralelo Cero es una cita que estrecha relaciones entre los hacedores de la palabra de Iberoamérica. Una cita que -algo normal en el crecimiento- muestra en su tercera edición aciertos, fallas y retos. Hasta hoy ya han tenido lugar: un pregón, 5 lecturas, 2 presentaciones de libros y un homenaje al poeta azuayo Rubén Astudillo y Astudillo. La programación continúa hasta este sábado 11.
Poesía para estudiantes en Machachi
Siguiendo a la poesía cogemos carretera y llegamos a Machachi, una de las extensiones del encuentro (las otras son Ibarra, Otavalo, Esmeraldas y Atacames). La lectura sería a las 10:30, pero debimos esperar hasta las 11:30, para que llegara el público.
Caminando en fila india se aproximó un centenar de alumnos del Colegio Machachi y de la Unidad Mariano Negrete. Con ellos, el Teatro Carlos Brito abrió las puertas. Los poetas ya estaban en el escenario. Y en las butacas se acomodaron los estudiantes; solo ellos, no hubo más público.
El acto merecía realce. Entonces llegó la palabra desde los personeros de la CCE – Machachi: intervenciones solemnes que buscaban abrirse hacia los “confines infinitos de la poesía” (sic).
En el cartel figuraban el otavaleño Aníbal F. Bonilla, el lojano Franklin Ordóñez, la mexicana Rocío Cerón. El manabita Pedro Gil no alcanzó a llegar por “problemas personales”, en su lugar leyó la cuencana Sara Vanegas.
Los estudiantes se despertaban para aplaudir o reaccionaban con la risa ante las connotaciones de alguna palabra, como ‘mierda’ (¿entendían lo leído?). Ellos, adolescentes que en sus clases no pasan de los cuentos de la generación del 30, de José de la Cuadra, de ‘La tigra’, cómo podrían recibir o enfrentar las búsquedas contemporáneas de la poesía.
Cierto, el encuentro busca descentralizar la cultura de sus puntos tradicionales (Quito, Guayaquil y Cuenca), además de formar un público. Pero ¿la anécdota de una lectura ‘descentralizada’ puede apoyar en el proceso?
De los poetas, el encuentro y la organización
30 poetas participan del encuentro, entre ellos 19 nacionales. Efraín Jara Idrovo se excusó a última hora, y se sumó Sara Vanegas. Las voces internacionales llegaron de Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, España, México y Perú.
Xavier Oquendo Troncoso, poeta y organizador de la cita, explica que para la selección se toma en cuenta la no repetición de los participantes en los encuentros anteriores. También pesa que los autores tengan una obra reconocida, y sino, que estén en camino a ello. Además, entre los criterios -señala- se valora la calidad poética, los premios, las participaciones en eventos internacionales, lo que la crítica ha dicho de ellos en cada uno de sus países y la visión cosmopolita en su poesía.
El encuentro cubre el pasaje, el hospedaje, la alimentación, el transporte de los poetas. El presupuesto de la cita bordea los USD 70 000. Una cifra auspiciada por organismos públicos: el Gobierno de Pichincha, el Municipio de Quito, el Ministerio de Cultura, la CCE, la Alcaldía de Otavalo, la Gobernación de Esmeraldas, las embajadas de España y México, y universidades.
Oquendo también señala que esta cita no está planteada como un encuentro académico, sino como una comunicación oral y directa entre los poemas y el público. Un público que no se enmarca en un espectro específico, pues “la poesía ha estado al servicio de la gente” y “ la poesía no tiene que hacer nada para acercarse al público, es la gente la que tiene que acercarse a la poesía”, dice Oquendo. Sin embargo es ambiguo, pues él mismo señala, -sobre las extensiones de la cita- que “hay que buscar públicos nuevos. No es que no se lea, sino que no se tiene una opción real para que la poesía se acerque a ellos”.
Será, acaso, por esa ambigüedad, que no hay un seguimiento de las lecturas, algo que trascienda la anécdota; buscar otras formas de acercar la literatura.
Poetas en el Prometeo
El lunes, el Teatro Prometeo recibió a los poetas. La primera lectura en Quito presentó al mexicano Marco Antonio Campos, a la peruana Carmen Ollé, al chileno Juan Cameron, al brasileño Floriano Martins, al español Vicente Valero, y a los ecuatorianos Sara Vanegas, Margarita Laso, Roy Sigüenza, Sonia Montenegro y Rodrigo Pesántez.
Alrededor del escenario circular se acomodó el público: poetas escuchando a poetas, maestros y estudiantes de literatura, un curso del Colegio Mejía.
Se leían dos o tres textos por poeta, en un ejercicio que requería de la escucha activa. Pero para los alumnos era acaso más importante cumplir con la asistencia o más interesante hablar de sus gustos por el otro sexo, de sus ansias de romance. También estaba el necio que no apagó el teléfono celular, cuyo tono ‘reguetonero’ se mezclaba con la voz del poeta lector. Dos veces tuvo que chistar el autor cuencano Jorge Dávila Vásquez a los muchachos que susurraban sentados detrás de él.
Tras las lecturas vino la inauguración del encuentro. El poeta Fabián Guerrero Obando saludó la “intención” del encuentro. A su intervención siguió el homenaje a Rubén Astudillo y Astudillo. Finalmente, Oquendo leyó la presentación del libro ‘Poesía en Paralelo Cero’, mencionando que el objetivo de la cita es que la palabra junte a poetas del Ecuador, con los de otras patrias. Luego llegaron el vino y el comentario…
Más lecturas
Hoy, en Quito. A las 10:30, en la Facultad de Filosofía de la Universidad Central, leerán sus textos, los españoles Alfredo Pérez Alencart y Vicente Valero, los mexicanos Marco A. Campos y Rocío Cerón, el brasileño Floriano Martins, el colombiano Juan F. Robledo y los nacionales Omar Balladares, Victoria Tobar, Luis A. Bravo y Juan Carlos Astudillo.
Además, hoy a las 19:00, habrá lecturas en Ibarra (Auditorio de la Universidad Técnica del Norte) y Otavalo (Auditorio Jaime Andrade Vargas).
Mañana, a las 18:00, en la sala Benjamín Carrión de la CCE, se presentará el libro ganador del Concurso nacional de poesía Paralelo Cero, ‘La miel del silencio’, de Sonia Montenegro.
Otra antología de poesía
Publicación
A la par del encuentro, ayer por la noche se presentó la ‘Antología de la poesía ecuatoriana contemporánea’, con selección y presentación de Xavier Oquendo Troncoso, editada por La Cabra Editores, de México, e impresa por la CCE.
Los textos de 99 poetas, desde César Dávila Andrade hasta nuestros días (nacidos en 1980), componen este libro. El compilador ha clasificado a los textos y sus autores según 8 ejes temáticos: Los referentes ( Dávila Andrade y Adoum), Filosofía y concepto, Humanismo y sociedad, Experimento y novedad, La experiencia, La contemplación y la imagen, y Lo urbano e impersonal. Ejes que si bien no son totales en la obra de los poetas incluidos, para Oquendo marcan una constante.
La selección, lo reconoce el antologador, parte del gusto personal; pero se remite a la lectura “real” de los textos, al reconocimiento de una voz propia en el poeta y a la recuperación de nombres quedados en el olvido por razones extraliterarias.
A menos de seis meses de la aparición de una compilación similar aparece este nueva selección, con sus pros y sus contras…