A cinco meses de desarrollarse la XI edición de la Bienal Internacional de Cuenca, 12 de los 14 artistas ecuatorianos que serán parte del evento presentaron una propuesta. Su objetivo es que se garantice su participación.
El jueves pasado, a través de un mail enviado por la artista Paulina León, ella y los artistas Anthony Arrobo, Fernando Falconí, Illich Castillo, María José Argenzio, María Teresa Ponce, Miguel Alvear, Óscar Santillán, Paúl Rosero, Santiago Sojos, Stefano Rubira y Valeria Andrade pidieron una reforma a la normativa de la Bienal.
La normativa está publicada en Internet (www.bienaldecuenca.org/normativa), y en ella se especifica qué ofrece la Bienal a los artistas y qué no. Ellos piden recursos para movilización, hospedaje y montaje de las obras; recursos a los cuales, según la normativa aprobada en febrero, los artistas solo tendrían acceso en determinadas condiciones y aplicando algunas excepciones. En caso de que sus demandas no sean escuchadas los artistas podrían iniciar una retirada masiva de la Bienal.
León asegura que la institución no les ofrece transporte ni equipos audiovisuales ni museógrafos… “Pedimos que se reformulen los artículos 8, 13, 14, 16 y 24”, (ver puntuales). Falconí va más allá: hay que abrir un espacio de diálogo y sentar bases para generar políticas en las que los artistas tengan mejores condiciones. Según él, no buscan desprestigiar el evento ni a nadie, sino construir políticas que aporten a la entidad y a los artistas sosteniblemente.
Rubira dice que la carta es más que un reclamo por gastos. La idea “es generar un cambio en lo estructural y organizativo porque hay falencias”. Andrade, por su parte, plantea una revisión de los estatutos vigentes. “Normativas que repiten los errores de administraciones anteriores”. También dice que buscan apoyo a la producción artística nacional porque agentes públicos y medios consideran al arte como entretenimiento y “lo que exigimos es profesionalización, políticas”.
En otra orilla están los artistas Tomás Ochoa (radicado en España) y Saskia Calderón, quienes no se adhirieron a la propuesta. De hecho, Calderón prefiere no hablar del tema. Para el curador independiente, Patricio Palomeque, lo importante es que los que los artistas puedan gestionar el montaje de sus obras; y reconoce que cada bienal es distinta; algunas cubren gastos y otras no.
Por su parte, el director de la Bienal Internacional de Cuenca, Diego Carrasco, prefiere no pronunciarse sobre la polémica mientras no converse con los artistas. Carrasco, a través de una carta, respondió el planteamiento, pero no autorizó a este Diario a que ésta se haga pública.
Según León, esta noche los 12 artistas analizarán la carta de Carrasco e iniciarán el diálogo. Entre tanto, los curadores de la Bienal, Katya Cazar y Hernán Pacurucu, dicen que los artistas son libres de presentar sus propuestas, pero creen que primero debieron buscar ayuda y respuestas en ellos, antes de hacer pública su carta.
Los seis artículos que se pide que sean revisados (descargar el documento completo en formato PDF)
Artículo 8
La Bienal cubrirá gastos de transportación de aquellas obras cuyo valor de envío no rebase los USD 300.
Artículo 13
El montaje de las obras que impliquen complejidad museográfica…, deberá ser ejecutado por los artistas ‘in situ’. En este caso, los artistas deberán estar en Cuenca por lo menos ocho días antes del 1 de noviembre del 2011, fecha en la que el Jurado de Premiación iniciará sus deliberaciones.
Art 14
La Bienal no proveerá equipos audiovisuales para obras que necesitaren de esos soportes. Es responsabilidad de los artistas o sus auspiciantes, conseguir tales equipos y trasladarlos(…).
Art 15
Los artistas seleccionados para realizar obras site specific visitarán Cuenca al menos seis meses antes del evento(…).
Art 16
La Bienalno asumirá ningún gasto relacionado con la elaboración y producción de obras. Los compromisos no irán más allá de los gastos de la infraestructura museográfica básica en los espacios convencionales.
Art 24
La Bienal no asume pasajes aéreos para artistas, hospedaje y alimentación, salvo las excepciones establecidas en esta norma, trámites de salida y retorno (desaduanización) de las obras -son fijados por las normas legales de los países de origen-, gastos de embalaje, seguros de transportación internacional.