El artista español Antoni Tàpies, uno de los referentes del arte abstracto, murió ayer a los 88 años. Tàpies (Barcelona, 1923) era pintor, escultor y teórico, uno de los máximos exponentes del informalismo.
A lo largo de su carrera expuso en el MoMA y el Guggenheim de Nueva York, la Serpentine Gallery de Londres, la Neue Nationalgalerie de Berlín, el Centre Pompidou de París, el Museo Reina Sofía de Madrid, entre otros.
Su estado de salud era delicado ya desde hace un tiempo. De hecho, le impidió acudir a la reciente inauguración, en enero, de una exposición de su obra de los años 60 y 70 en Madrid.
Su trabajo le valió reconocimientos como el Premio Príncipe de Asturias de las Artes (1990), la Medalla Picasso de la Unesco (1993) y el Premio Velázquez de Artes Plásticas (2003). En 2010, el rey Juan Carlos de España le otorgó el título nobiliario de marqués de Tàpies.
En 1984 creó la fundación que lleva su nombre en Barcelona para promover el estudio y el conocimiento del arte contemporáneo. Allí se recoge gran parte de su obra, de más de 8 000 piezas.