Arqueólogos mexicanos encontraron 33 entierros humanos en la periferia del sitio prehispánico de Teotihuacan, en el centro de México, que arrojan datos sobre las clases sociales en esa antigua cultura, informó hoy el organismo a cargo.
Al dar a conocer el descubrimiento, el Instituto Nacional de Antropología (INAH) indicó que los entierros, de 1 450 años de antigüedad, fueron descubiertos en el transcurso del año pasado y revelan que en la periferia de la llamada Ciudad de los Dioses vivía la clase media.
El hallazgo de los entierros con ofrendas se hizo a unos dos kilómetros de la zona arqueológica durante trabajos de exploración de cinco estructuras de uso doméstico detectadas en 1973. “La detección de la treintena de entierros como de los restos arquitectónicos permite profundizar en las características de la organización social y urbana que tuvo la antigua metrópoli, así como de sus costumbres funerarias”, afirmó el INAH
Las ofrendas suman en conjunto más de 2 000 objetos de piedra y 31.000 fragmentos de cerámica.
En una estructura identificada como el Edificio 8, que sirvió de área residencial de la clase media, se hizo el hallazgo más numeroso, al descubrirse 15 entierros con restos óseos de mujeres, niños y neonatos y objetos de tipo ceremonial.
Según señaló el INAH, el edificio tiene vestigios de cinco cuartos, tres patios, un pórtico, dos sistemas de canales y un muro perimetral, además de restos de pintura roja en pisos estucados y sistemas de drenaje.
Otro entierro numeroso corresponde a la Estructura 10, donde había cuatro depósitos con ofrendas conformadas por vasijas y figuras de cerámica, un asta de venado y un fragmento de hueso de animal con forma de aguja.
“Uno de los entierros era múltiple, es decir, estaba integrado por restos óseos de cinco individuos: una mujer que al morir tenía entre 25 y 30 años de edad, y cuatro niños de entre 4 y 10 años de edad, cuyas osamentas presentan deformación craneal y desgaste dentario”, señaló el organismo.