En septiembre del 2013 decenas de arqueólogos de todo el mundo se dieron cita en Quito para asistir al III Encuentro Internacional de Arqueología; y este hecho sirvió como telón de fondo para el documental ‘Arqueólogos’, que se presenta mañana en la noche en la Alianza Francesa.
El arqueólogo francés Stéphen Rostain y el documentalista ecuatoriano Álvaro Muriel, quienes estuvieron a cargo de la dirección, producción, fotografía (crédito que comparten con Coco Lasso) y guión, condensaron en 31 minutos las diferentes facetas de esos personajes algo crípticos y bastante peculiares: los arqueólogos.
Una combinación de imágenes de campo y entrevistas realizadas en el marco del III Encuentro le pone el ritmo al filme; la música (una mezcla de temas populares e instrumentales) ayuda a completar el tono de la narración.
Así las reflexiones de Philipe Descola sobre naturaleza y cultura se intercalan con una breve escena de los arqueólogos bailando un ritmo tropical en uno de los vestíbulos de la Flacso (Quito); y el amigable almuerzo entre investigadores y asistentes en una excavación (utilizando palas de recoger la basura que usan en su trabajo como recipientes para la comida) con la escena de una guía en el complejo de Cochasquí dirigiéndose a un grupo de expertos en materia arqueológica y contándoles qué es la quinua.
Y hacia el final, Rostain, quien además organizó el Encuentro, deja claro lo que quería mostrar en este filme, que “los arqueólogos somos niños que no queremos crecer y seguimos en busca del tesoro”.