De manos del rey Juan Carlos, la escritora española Ana María Matute recogió ayer el Premio Cervantes. A punto de cumplir 86 años, en julio, Matute (Barcelona, 1925) protagonizó una ceremonia en el paraninfo de la Universidad de Alcalá de Henares, donde se convirtió en la tercera mujer en recibir el galardón más importante de las letras hispanas, tras la filósofa española María Zambrano y la poetisa cubana Dulce María Loynaz.
Sentada en su silla de ruedas, Matute pronunció un discurso en el que aludió al Quijote. Era un “hombre bueno, solitario, triste y soñador”, que “creía en el honor y la valentía, e inventaba la vida”, dijo sobre el famoso personaje de Cervantes. También habló de su amor por la literatura. “Nunca, durante la larga travesía de mi vida, salpicada de tempestades, me ha abandonado”, dijo.
Otros galardones obtenidos por Matute a lo largo de su carrera literaria se encuentran el Premio Planeta, el Premio Nacional de las Letras, el Nacional de Literatura, el Nacional de Literatura Infantil y Juvenil, y el Premio Nadal. El Cervantes es “el colofón a toda una vida, una vida de papel”. DPA