En estas épocas en que, por política o simple ignorancia, algunos líderes sonríen y se toman fotos con aquel poderoso presidente que dijo que el Holocausto nunca ocurrió, viene bien este libro. ‘Los pájaros no cantan en Auschwitz’, es el más contundente y completo repaso literario del exterminio de judíos que aplicaron los nazis.
Yaron Avitov reunió a 57 escritores en un volumen que, más que una antología, es un sólido ejemplo del poder de la literatura como espejo de la condición humana.
Aunque también puede ser visto como una obra de corte histórico, no solo por el enorme valor testimonial de los textos, sino por el esfuerzo de ofrecer citas, fuentes y contextos en cada relato, capítulos de novelas o poema de este compilado. También se incluyen pequeñas biografías de los autores y un oportuno glosario.
Avitov ha querido ser tan minucioso en su afán de reflejar el Holocausto, que ha escogido textos que evocan los distintos períodos del nazismo, desde los inicios de la discriminación hasta los campos de concentración y genocidio en Auschwitz y otros, pasando por episodios.
También se ofrece una visión más contemporánea con las nuevas generaciones de escritores de Israel.
El desfile de escritores en esta obra editada por Paradiso es riquísimo. Está, por ejemplo, Ami Divr, que conmueve con la historia de un circo de enanos que divertía al exterminador Josef Mengele. Está Lily Perry, que impacta con las desventuras de una sobreviviente que entra y sale de los psiquiátricos, incapaz de superar el trauma del genocidio. Y está Ruth Almog, que arranca lágrimas con su retrato de la chica que prefiere raparse porque los nazis mataron a sus padres y no tiene quién la peine.
Es un libro, en fin, para dimensionar la estupidez de la guerra.