En el 2011, el Nobel volvió a la poesía

Tomas Tranströmer posa en su hogar en Estocolmo.

La Academia sueca vuelve los ojos a la poesía y a su territorio; pues el Nobel de Literatura 2011 fue para el poeta sueco Tomas Tranströmer, uno de los nombres que sonaban como favoritos para el galardón durante los últimos años.
De esta manera, Tranströmer se convierte en el séptimo escritor sueco en recibir el Nobel. En 1974, el premio fue compartido por Eyvind Johnson y Harry Martinson. El presidente del jurado Peter Englund señaló: “La nacionalidad sueca era más bien un obstáculo para Tomas Tranströmer. Si hubiera tenido otra, habría sido premiado antes. Sería un poco delicado si otros creyeran que aquí nos dedicamos a premiar a talentos locales. Pero cuando uno ve quién lo ha propuesto, a cuántas lenguas está traducido y qué premios posee, también aquí su elección es indiscutible”.
Que la Academia premie la poesía de Tranströmer resulta llamativo, ya que la literatura nórdica reciente ha sido reconocida por la novela negra, que tiene como exponentes a Henning Mankell, Liza Marklund, Jo Nesbo o Stieg Larsson (un fenómeno en ventas). Además, el último Nobel para la poesía fue entregado en 1996, a la polaca Wislawa Szymbroska. Entre tanto, el premio fue para narradores y dramaturgos.
César Chávez, bibliotecario del Centro Cultural Benjamín Carrión y lector de Tranströmer, cree que “a veces el público se olvida que la poesía es la fundadora del lenguaje. Los otros géneros le deben a ella su experimentación, su búsqueda, sus fracasos y sus extravíos. Al darle el Nobel a un poeta la Academia nos recuerda eso”.
“A través de sus imágenes condensadas y translúcidas, aporta un fresco acceso a la realidad”, comunicó la Academia sueca, como argumento para la entrega del premio a Tranströmer. El poeta nacido en Estocolmo, en 1931, estudió Psicología, Literatura e Historia de las Religiones en su ciudad natal. Durante muchos años, combinó la escritura con su profesión como psicólogo, primero en un centro con jóvenes con problemas y después en una agencia del Gobierno. Su trayectoria literaria se inició en 1954, con la publicación de ‘17 poemas’, al cual siguieron los títulos ‘Postales negras’, ‘El bosque en otoño’, ‘Góndola fúnebre’ o la antología ‘El cielo a medio hacer’.
En 1990, Tranströmer sufrió una hemiplejia que paralizó parte de su cuerpo y que paulatinamente le ha ido privando del habla. Sobre si esta condición influiría en la labor del escritor, el poeta quiteño Cesar Carrión se plantea primero un análisis de las formas y de las elecciones temáticas, antes y después del accidente cerebrovascular, aunque señala que la incapacidad no necesariamente deba traducirse a la escritura. En la poesía del sueco, la música y la naturaleza son los motivos más explorados. Cronológicamente, sus búsquedas han avanzado hacia la concisión, siendo haikus, sus últimos poemas publicados.
La primera reacción del ahora premio Nobel de Literatura llegó mediante la voz de su esposa, Monica Bladh, quien dijo que el poeta “está increíblemente feliz e impresionado”. Tras el padecimiento, ella, además de haberlo ayudado en la redacción de sus memorias, se ha convertido en una intérprete del escritor. Hace pocos meses, el diario sueco Svenska Dagbladet describió la experiencia: “Cuando él intenta decir algo, ella (Monica) encuentra una forma elegante de terminar de expresar sus pensamientos. Y mientras lo hace, busca la mirada de aprobación de Tomas”.
En el Ecuador, la obra de este poeta ha sido escasamente difundida. En un breve sondeo por librerías de Quito (Librimundi, Mr. Books, Rayuela, Española, Tolstoi y Sur), apenas se logra saber de un título que estuvo en percha, ‘Para vivos y muertos’, de 1989. Ya algunas tiendas de libros han comenzado a realizar pedidos y parte de la obra de Tranströmer llegará para noviembre.
Siete libros de Tranströmer cuentan con traducciones en castellano, siendo el principal responsable de estas versiones el uruguayo Roberto Mascaró. Las casas editoriales que acogen la mayor parte de estas traducciones son Hiperión y Nórdica.
Del poeta y del premio
Tomas Tranströmer nació el 15 de abril de 1931, en Estocolmo. Es hijo de un periodista y una maestra.
El poeta ha ganado el Bonnier para la poesía, el premio internacional Neustadt para la literatura, el Oevralids, el Petrach de Alemania, y el galardón sueco del Foro Internacional de la Poesía.
La entrega del galardón tendrá lugar el próximo 10 de diciembre en Estocolmo. El Nobel otorga 10 millones de coronas suecas (USD 1,47 millones).
Tal parece que las casas de apuestas fallaron en sus predicciones y que Bob Dylan, Adonis o Haruki Murakami tendrán que esperar, al menos, un año más.
Poemas del Nobel de Literatura 2011
Los cuatro temperamentos (fragmento)
De ‘Secretos en el camino’ (1958)
Registrando, el ojo transforma los rayos solares en
/ bastones policiales.
Y de noche: la bulla de una fiesta en el piso de abajo
sube como flores irreales a través del suelo.
Salgo a la llanura. Oscuridad. El vagón parece no moverse.
Un antipájaro graznaba a la ausencia de estrellas.
Arriba el sol albino, lanzando oscuras marejadas.
Allegro
De 'El cielo a medio hacer' (1962)
Toco Haydn después de un día negro
y siento un sencillo calor en las manos.
Las teclas quieren. Golpean suaves martillos.
El tono es verde, vivaz y calmo.
El tono dice que hay libertad
y que alguien no paga impuesto al César.
Meto las manos en mis bolsillos Haydn
y finjo ser alguien que ve tranquilamente el mundo.
Izo la bandera Haydn -significa.
"No nos rendimos. Pero queremos paz".
La música es una casa de cristal en la ladera donde
/ vuelan las piedras, donde las piedras ruedan.
Y ruedan las piedras y la atraviesan
pero cada ventana queda intacta.
Abril y silencio
De 'Góndola fúnebre' (1996)
La primavera yace desierta.
La zanja, oscura como terciopelo, se arrastra junto a mí
sin espejeos.
Tan sólo irradian
las flores amarillas.
Soy llevado en mi sombra
como un violín
en su caja negra.
Lo único que quiero decir
reluce fuera de alcance
como la platería
en la casa de empeños.
De 'Haikus y
otros poemas' (2001)
1
Pared de pena...
Palomas van y vienen:
no tienen rostros.
2
Los pensamientos
en calma de mosaicos
en el palacio.
3
De pie en el balcón,
esa jaula de sol:
como un arcoiris.