Las hojas están amarillas y rotas, no hay como cogerlas porque pueden romperse. Son las partituras de músicos lojanos que datan desde 1873 hasta 1920.
Esas obras musicales están protegidas en un área especial del Museo de la Música de Loja. Incluso, hay un sensor para detectar movimientos cercanos. Por una puerta de vidrio se accede al lugar donde están los documentos, que están guardados en decenas de sobres y cajas. Esas partituras reposan allí desde el 2004.
Según Beatriz Bailón, directora de la Corporación Pío Jaramillo y de ese centro cultural, esas partituras fueron conseguidas a través de la donación de los familiares de los músicos. Desde que recibieron esas obras, su preocupación fue buscar la manera para que sean escuchadas y no se pierdan debido a su deterioro.
Entonces, empezó a solicitar apoyo de las instituciones culturales de Loja y del país. La idea fue ejecutar un proyecto de digitalización de 1 028 partituras de músicos como Salvador Bustamante Celi, Jesús Hidalgo, Manuel Torres, Miguel Antonio Cano, José Bustamante, entre otros.
Pero no tuvo aceptación y pocos creían en su propuesta. Sin embargo, eso no impidió que ella buscara una forma para organizar las partituras. Primero realizó un inventario junto a Alexandra Astudillo, administradora del museo. Sacaron copias para saber qué obras existían. Hallaron diversos géneros como pasillos, sanjuanitos, albazos… Entre los temas encontrados están Amarte Así, El Campo, Corazón, Luciérnaga, Añoranzas, Los Pollitos, Madrecita mía y Alma Lojana. Esta última es una de las melodías más populares de esta ciudad y pertenece al compositor quiteño, Cristóbal Ojeda. Es la única partitura en este museo que no pertenece a un lojano.
Bailón reconoce que había perdido toda esperanza para que su proyecto se ejecutase, pero envió la documentación a España, al Ayuntamiento de Barcelona. En el 2009 apoyaron su iniciativa de digitalización. Con un presupuesto de USD 12 000 se compró un plasma, un decodificador de Long Play, la amplificación y un computador. Además, se contrató a una persona para que ayude en la digitalización. Esa tarea la hizo la maestra Karla Ortega, de la Orquesta Sinfónica de Loja.
Ortega se emociona al escuchar el tema La Morita, de Salvador Bustamante Celi. Es una de las 400 canciones que ya fueron digitalizadas; aún faltan 628.
Para ella, este proyecto es un rescate a la memoria de los músicos lojanos. Su primera tarea fue colocarse una mascarilla para evitar que el polvo de las hojas le cause daño. Posteriormente analizó minuciosamente cada partitura para ver qué notas tenían y qué instrumentos les correspondían, piano, guitarra, acordeón y otros.
Todo fue procesado por el programa de computación Finale Music Composing & Notation Software. Según Ortega, ese programa permite armar la melodía igual a la original, pues transcribe cada nota musical. “Las partituras no han sido modificadas”, asegura, pero aclara que hubo documentos incompletos o deteriorados y en la digitalización solo se incorporaron las notas faltantes.
Para el fundador del conjunto musical de la Universidad de Loja, Salvador Zaragosi, esta iniciativa permite mantener vivo el patrimonio de los lojanos y compartirlo con las nuevas generaciones. Él ha estado dedicado a la música por más de 40 años.
Las partituras digitalizadas se las puede escuchar en el archivo discográfico del museo. Allí, Astudillo revisa en su computador las carpetas de música. Las melodías se escuchan nítidas. Ella también muestra en una pantalla las partituras donde constan las notas de la melodía. Además, tiene una carta con las 400 canciones digitalizadas para que los visitantes puedan escogerlas y oírlas. También pueden ser escuchadas en la cafetería del museo.
La lojana Tania Bustos, revisa con frecuencia esa carta para buscar temas; pues acude con regularidad para disfrutar de las canciones: así recuerda su juventud.
Para Bailón, la tarea aún no concluye, ahora espera apoyo para digitalizar las partituras restantes.
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En el Museo de la Música se conservan instrumentos como guitarras y violines que pertenecían a los músicos Salvador Bustamante Celi, Víctor Moreno y Daniel Armijos, entre otros.
Los directivos del Museo tienen el proyecto de ofrecer las partituras digitalizadas a estudiantes y otras personas interesadas en la composición.
El proyecto cultural Pío Jaramillo Alvarado financia sus proyectos a través de la autogestión. Está a cargo de este museo. Busca fortalecer, preservar y difundir los elementos significativos de la cultura lojana.