El Canciller de la Curia Rigoberto Jara dio a conocer detalles sobre los actos del sepelio de Monseñor Luna en Cuenca. Foto: Xavier Caivinagua/PARA EL COMERCIO
La Arquidiócesis de Cuenca tiene listo el protocolo para el recibimiento, velatorio y funeral de monseñor, Luis Alberto Luna Tobar, quien falleció la mañana de este martes 7 de febrero del 2017, en Quito. Sus restos mortales llegarán a la capital azuaya pasado el mediodía del miércoles 8 de febrero.
Desde ese momento, la Arquidiócesis de Cuenca liderará todas las actividades. Está previsto que el féretro sea llevado en caravana motorizada desde el aeropuerto Mariscal La Mar, hasta la Catedral de la Inmaculada Concepción, ubicada en el Centro Histórico de la capital azuaya.
Allí, se cumplirá el velatorio hasta el mediodía del viernes 10 de febrero. Ese día será sepultado en la cripta de la misma Catedral, donde reposan hombres ilustres de la ciudad como religiosos, poetas, militares… que son parte de la historia de Cuenca. En la actualidad, solo hay espacio para sacerdotes ilustres.
La cripta donde será sepultado Monseñor Alberto Luna Tobar, en la Catedral de Cuenca. Foto: Xavier Caivinagua/PARA EL COMERCIO
Una vez que llegue el cuerpo de Monseñor Luna Tobar a la Catedral se cumplirá la primera eucaristía presidida por el arzobispo de Cuenca, Marco Pérez Caicedo. De allí habrá misas cada dos horas y el templo permanecerá abierto todo el tiempo para recibir a los familiares, autoridades y personas particulares que lo conocieron, dijo el padre Rigoberto Jara, canciller de la Arquidiócesis de Cuenca.
El viernes 10 de febrero habrá una intensa actividad. A partir de las 08:00 se realizará una eucaristía seguido de un homenaje de las autoridades azuayas. Cuatro horas después se cumplirá la última ceremonia por parte del nuncio apostólico, Giacomo Ottonello Pastorino, para finalmente ser trasladado a la cripta para el entierro.
En el arreglo de la bóveda trabajan –desde el lunes 7 de febrero- cuatro albañiles y el escultor César Uday. El féretro de Monseñor Luna ocupará un espacio privilegiado de la cripta, atrás del altar mayor de la capilla. La tumba tiene 1,80 metros de ancho por 90 centímetros de alto.
En la parte superior se ubicará un medallón elaborado en lienzo y resina, cubierto con mármol y con acabados de Luis XV, explicó el escultor. Sobre este medallón estará la imagen del Arzobispo Luna que sirvió 19 años en esta ciudad. Este detalle estará listo esta misma tarde.
El ingreso a la cripta será restringido porque tiene capacidad para unas 500 personas, dijo el padre Jara. Está previsto que durante el velatorio y para la despedida de Monseñor lleguen sacerdotes y religiosas de todo el país. El Municipio de Cuenca alista un plan de contingencia.