Cuatro poblados se unieron para limpiar el Puñay por las fiestas del Inti Raymi

Un camino de 4 kilómetros conduce a la cumbre del cerro. Los expertos piensan que tuvo un uso religioso. Foto: Cortesía INPC

Un camino de 4 kilómetros conduce a la cumbre del cerro. Los expertos piensan que tuvo un uso religioso. Foto: Cortesía INPC

Un camino de 4 kilómetros conduce a la cumbre del cerro. Los expertos piensan que tuvo un uso religioso. Foto: Cortesía INPC

Más de siete horas consecutivas duró la limpieza de los caminos del cerro Puñay, situado en Chunchi, al sur de Chimborazo. Moradores de cuatro comunidades, técnicos del Instituto Nacional de Patrimonio Cultural y bomberos de Chunchi y Alausí se unieron para cumplir con la minga, que es parte de la preparación del cerro para las fiestas del Inti Raymi.

En la cumbre del Puñay hay un templo andino y, según los expertos, es un sitio con alta relevancia arqueológica, porque allí se hallaron cerámicas que atestiguan el paso de las culturas prehispánicas, como Narrío, Puruhá e Inca.

Los yachaks también afirman que el cerro tiene una energía especial, por lo que se considera un sitio sagrado. Ese templo acogerá a decenas de personas el próximo 29 de junio del 2019, cuando se celebrará el Inti Raymi.
“No es la primera vez que visitamos el Puñay para una ceremonia. Allí se siente la presencia del ‘jatun apu’ (gran espíritu) y es un sitio especial para las ceremonias”, dice Manuel Pomaquero.

En la cumbre, a 3 250 metros de altitud, hay dos pirámides. La más alta podría ser la pirámide escalonada más larga del mundo y la única construida sobre un cerro.

“Estamos seguros de que el cerro tuvo un uso religioso. No hay pirámides como estas en otra zona, también hemos hallado otros indicios”, cuenta Bolívar Galarza, arqueólogo del INPC. Los técnicos de esa entidad estudian el Puñay desde el 2006. El cerro se considera un sitio patrimonial y el plan es potenciarlo como un atractivo turístico.

Otro objetivo es desarrollar un plan para la conservación del templo andino. Capacitaciones con los moradores y con las nuevas autoridades de los municipios son parte de las actividades que planifica el INPC para este año.
La minga de limpieza que se cumplió el fin de semana pasado fue el primer acercamiento con la gente de las comunidades. “La mayoría de habitantes sabe que el Puñay es un sitio patrimonial y desea conservarlo. Nosotros los capacitaremos y les enseñaremos cómo hacerlo”, dice Bolívar Galarza.

Unas 75 personas fueron parte de la actividad. Ellos empezaron el ascenso al cerro equipados con fundas plásticas y machetes para retirar la maleza que se acumuló en el camino.  El trayecto de 4 kilómetros tiene canales de desfogue de agua y está empedrado. Según Galarza, ese tipo de construcción es una evidencia arqueológica del uso ceremonial que tuvo.

“Nunca habíamos limpiado el cerro. Es la primera vez que lo hacemos, porque vendrá mucha gente a las ceremonias y eso nos beneficia a todos”, cuenta Juan Ullauri, uno de los participantes.

Las personas de las cuatro comunidades que habitan cerca del cerro también se alistan para ese evento. Ellos emprenderán pequeños negocios familiares para abastecer de alimentos y bebidas a los turistas, y en el futuro esperan iniciar un emprendimiento comunitario.

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