En un video publicado el pasado 21 de mayo se observa a Cruz Beckham ejecutando un movimiento que se llama remo, creado para activar los músculos de los brazos, pecho y espalda. Foto: captura
Entre críticas y elogios vive Cruz Beckham, el hijo del exfutbolista David Beckham. Con apenas 12 años promueve un estilo de vida saludable y por eso recibe aplausos de grandes y chicos de diferentes partes del mundo a través de las redes sociales.
No cuenta con un horario establecido a diferencia de sus dos hermanos que destinan la mañana para correr y jugar tenis. Cruz motiva sus 703 000 seguidores en Instagram al compartir decenas de fotos en las que se lo observa desarrollando diferentes actividades físicas. Siempre está en movimiento: esquía, boxea, juega fútbol, nada. Por lo general, se activa junto a su padre.
Eso, según Chris Smith, portavoz de la Sociedad de Fisioterapia en Reino Unido, ayuda a frenar el crecimiento de epidemias como la obesidad y sobrepeso. Sus declaraciones fueron difundidas en el portal electrónico www.bekia.es. Dichas enfermedades cobran, como mínimo, 2,8 millones de víctimas al año, de acuerdo con cifras de la Organización Mundial de la Salud.
El último video entrenándose junto a su padre lo compartió a inicios de mes y sumó 335 568 reproducciones. Allí se lo observa brincando sobre un cuadrilátero mientras intenta alcanzar a su padre con sus manos cubiertas por unos guantes negros. Se escuchan risas.
El deportólogo José Reinhart aplaudió esa interacción entre padre e hijo, pues el primer contacto con el deporte debe ser lúdico, sin presión. Esa estrategia también sirve para descubrir el apego por una determinada actividad deportiva.
Rodrigo Guerra, entrenador de atletismo, añadió que en la etapa infantil las rutinas de ejercicios deben cumplirse con el peso de propio cuerpo para evitar lesiones y que las jornadas deben extenderse hasta los 60 o 75 minutos. Esa también es la recomendación de la Organización Mundial de la Salud para niños y jóvenes de entre 5 y 17 años.
Cruz tiene 12 años y ya incluyó máquinas de fuerza en sus prácticas y por eso, precisamente, surgieron los ataques. En un video publicado el pasado 21 de mayo se lo observa ejecutando un movimiento que se llama remo, creado para activar los músculos de los brazos, pecho y espalda. El protagonista del filme señaló que fue al gimnasio con su hermano mayor, pero no indicó el peso con el que trabajó. Su rostro luce relajado y hasta exhibe una ligera sonrisa.
Uno de sus detractores escribió: “es bueno hacer ejercicio, pero esto es demasiado para un niño de su edad. Es malo trabajar tan duro los músculos cuando eres demasiado joven”.
Reinhart contradijo a ese usuario de Instagram al decir que un niño pueden incluir peso a sus entrenamientos cuando aparecen los caracteres sexuales secundarios: vello púbico, barba, crecimiento de los testículos y del pene, cambio de la voz. “Eso significa que la hormona testosterona empezó a funcionar”.
Sin embargo, sugiere que los adolescentes se inicien en las prácticas cumpliendo con rutinas que requieran del peso del propio cuerpo hasta ganar fuerza y resistencia física. Ese acondicionamiento puede tomarles hasta un año. Después, pueden activarse en máquinas de fuerza, pero controlando que el peso no sobrepase el 80% de la fuerza máxima que tiene el practicante. También sugirió la guía de un experto para que supervise cada uno de los ejercicios.