El cambio climático provocaría un aumento de las algas marinas con las que se alimentan los anfípodos, con lo que se reduce la competencia por la comida y permite a los machos tener más energía. Foto Referencial: Wikicommons
Los machos de una especie de crustáceos marinos australianos se volverían más atractivos para las hembras con el calentamiento y la acidificación de las aguas a consecuencia del cambio climático, según un estudio publicado hoy, martes 27 de septiembre de 2016.
Un grupo de investigadores estudiaron el comportamiento de los Cymadusa pemptos, unos anfípodos herbívoros que habitan la costa del sur de Australia, dentro de unos tanques en los que se reprodujeron las condiciones pronosticadas dentro de cien años, es decir, con elevadas temperaturas y una gran presencia de CO2.
El estudio liderado por Katherine Heldt y Pablo Munguía, publicado en la revista Sicentific Reports, halló que la población aumentó veinte veces bajo estas condiciones, según un comunicado de la Universidad de Adelaida.
Los machos de los Cymadusa pemptos, como sucede con cualquier anfípodo marino, tienen pinzas más grandes que las hembras, y las utilizan para atraer a sus parejas potenciales o como arma para luchar contra sus competidores.
“El cambio climático en la mayoría de los casos implica un impacto negativo severo en el tamaño de las poblaciones, incluso la extinción”, dijo Munguía, al destacar que los Cymadusa pemptos crecieron en las condiciones pronosticadas en 100 años con el cambio climático, mientras las hembras mantuvieron su tamaño.
“Además se registró un cambio en las pinzas de la población porque repentinamente todos los machos tuvieron pinzas más grandes. Esto pasó en unas cuantas generaciones“, acotó Munguía.
Según el experto esto refleja que en la selección sexual, todos los machos serían atractivos para las hembras, “lo que se traduciría en que un gran número de ellas, casi el 80 por ciento, queden preñadas y se de una explosión masiva de la población”.
El cambio climático provocaría un aumento de las algas marinas con las que se alimentan los anfípodos, con lo que se reduce la competencia por la comida y permite a los machos tener más energía.
Munguía enfatizó que la investigación proporciona las primeras evidencias cuantitativas sobre los beneficios del cambio climático para algunas especies, a pesar de que éste sería catastrófico en general, así como posibles cambios en las conductas de apareamiento.