Cruks en Karnak, a 20 años de su debut con el sello Sony

La alineación del exitoso debut. En la foto: Sergio Sacoto (arriba), Pablo Santacruz, Esteban Ribadeneira, Andrés Sacoto (con lentes) y Hittar Cuesta.

La alineación del exitoso debut. En la foto: Sergio Sacoto (arriba), Pablo Santacruz, Esteban Ribadeneira, Andrés Sacoto (con lentes) y Hittar Cuesta.

La alineación del exitoso debut. En la foto: Sergio Sacoto (arriba), Pablo Santacruz, Esteban Ribadeneira, Andrés Sacoto (con lentes) y Hittar Cuesta. Foto: Archivo

Era 1997. El año en que cayó Abdalá Bucaram. En que el brasileño Ronaldo era el mejor futbolista del mundo y en que ‘Titanic’ tenía a todos tarareando la canción My Heart Will Go On. Y ese fue el año en que Cruks en Karnak se convirtió en la primera banda de rock (o de pop, eso aún es polémico) de Ecuador en firmar con una multinacional.

Sergio y Andrés Sacoto fueron a Sony a presentar su demo. El grupo ya operaba desde 1993, ya tenía experiencia en escenarios y había logrado colocar en perchas un EP, así que buscaba proyectarse con un álbum. Pero en la banda no había mayores expectativas de que el sello les diera una oportunidad. Lo normal era -y sigue siendo- editar los discos de manera independiente.

“Dejamos el demo diciendo ‘ahí tienen, si les gusta, bien, y sino, también’ y nos contrataron para grabar ese álbum y tres más. En Sony nos dieron total libertad”, recuerda Sergio, el mayor de los hermanos Sacoto y vocalista, letrista y líder de Cruks en Karnak.

La agrupación, que oscilaba entre los géneros del rock alternativo, el pop y la música latinoamericana, se convirtió en uno de los referentes en Ecuador de la fusión. Ya estaban de moda grupos como Café Tacvba (México) y Aterciopelados (Colombia), que no se encasillaban en un género específico y que, de hecho, no podía considerarse rock puro.

Los integrantes que participaron en ese álbum debut fueron el cantante Sergio Sacoto, el guitarrista Hittar Cuesta, el baterista Esteban Ribadeneira, el bajista Andrés Sacoto y el tecladista Pablo Santacruz.

Hijos de madre argentina y de padre ecuatoriano, los Sacoto crecieron escuchando música de ambos países, en general con temáticas de protesta, además de balada y pop. En plena década de los 90, con un auge en el género del rock en la región, los Cruks quisieron incursionar en ese estilo. El sonido más roquero lo ponía Hittar Cuesta, guitarrista lojano que llegó a Quito buscando trabajo.

“A nosotros nos invitaban a tocar en festivales de rock y en los medios escribían que éramos poperos. Eso nos dolía en el alma. Una ocasión, unas personas que iban en un carro nos gritaron que eso que hacemos no es rock”, dice Sergio Sacoto.

La grabación del disco con Sony demoró más tiempo del previsto. El baterista Esteban Ribadeneira, quien había aprendido a tocar ese instrumento en clases privadas para formar parte de la banda, no lograba dar con el sonido al que aspiraba el grupo.

El músico recuerda que se tomó dos semanas lejos del estudio, para relajarse y respirar y, al volver, ya pudo entonar sus notas en la batería, aunque “ya se había acabado todo el presupuesto para la comida”.

La fama llegó gracias a las radios y canales de televisión nacionales que rotaron éxitos como Al Borde, Haciéndose Aire y Cómo Camina. Adonde iban, la gente los reconocía, en los bares les invitaban cervezas y les fue sencillo conseguir mujeres que quisieran aparecer en sus videos. Los más famosos fueron dirigidos por el cineasta Sebastián Cordero.

La banda rompió fronteras cuando colocó dos de sus videos en las listas de MTV. Fue una de las primeras bandas ecuatorianas en rotar en este canal internacional.

Tras la aceptación del álbum de estreno, los Cruks, como se los llamaba, grabaron ‘La dimensión del cuy’. Fue en Argentina con Mario Breuer como productor, quien había trabajado con artistas de la talla de Soda Stereo y León Gieco.

Lo curioso es que, a 20 años de estos sucesos que abrieron caminos a muchos artistas del país, no todos los exintegrantes dan importancia a este álbum. Cuesta se negó de plano a brindar un testimonio. Y tampoco se pudo juntarlos a todos para una foto.

Actualmente, Sergio Sacoto es solista y productor. Andrés se lanzó a cantante y también produce varios proyectos. Pablo Santacruz vive en Londres (Inglaterra), pero también produjo un trabajo junto a Andrés, titulado Santacoto. Esteban Ribadeneira continúa siendo baterista, pero en la banda Lachard, que fue telonera del concierto de Slash en Ecuador. Hittar Cuesta se dedica a la producción relacionada con el rock y tiene un estudio en el valle de Los Chillos.

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