El MAAC se quedó sin aire acondicionado central en el mes de septiembre de 2017. Foto: Mario Faustos / EL COMERCIO
El deterioro de la infraestructura, la afectación de las condiciones con que se preservan las colecciones de la reserva de arqueología y arte moderno, la falta de autonomía financiera y administrativa y la ausencia de una programación cultural de calidad.
Esos son algunos males del Museo Antropológico y de Arte Contemporáneo (MAAC), señalados por los críticos de arte locales Ana Rosa Valdez y Rodolfo Kronfle. Lo hacen en una petición formal al Ministerio de Cultura y Patrimonio.
El diagnóstico apunta también a la falta de una plantilla de profesionales calificados escogidos por méritos en convocatorias públicas. “En la última década los actores culturales en Guayaquil perdieron su confianza en la institucionalidad porque sus demandas no fueron acogidas ni valoradas”.
Eso dice la petición formulada desde la revista Paralelaje.xyz, una situación que “ha terminado alejando a la mayoría de artistas, gestores y públicos del museo guayaquileño.
El MAAC se quedó sin sistema climatización a inicios de septiembre pasado tras una intervención de la infraestructura por cerca de un millón de dólares. El repositorio de memoria lleva cuatro meses sin aire acondicionado central, pues el contratista identificó un daño en el ‘chiller’ o máquina frigorífica, lo que exigió llamar a un nuevo proceso de contratación.
Tras una nota de EL COMERCIO, en diciembre pasado, se habilitó un sistema de climatización emergente para conservar 65 mil bienes culturales, según la viceministra de Cultura, Andrea Nina.
“Hay un proceso de contratación vigente. El plazo termina a comienzos de abril, pero en 30 días esperamos tener absolutamente resuelto el tema de climatización”, indicó Nina el pasado viernes en un recorrido en Guayaquil.
El ministro de Cultura, Raúl Pérez Torres, habló de una década de abandono como una de las causas de la situación del MAAC. “Hemos pasado 10 años sin el cuidado debido al sector cultural. En 10 años hemos tenido 10 ministros de Cultura y es malo para la gestión porque se proponen proyectos y de repente todo se derrumba”.
Para el historiador de arte guayaquileño, Rodolfo Kronfle, el problema es de fondo y va más allá de la falta de mantenimiento del edificio, apenas una “evidencia” de la crisis.
“El Museo no se maneja con criterios profesionales, no produce conocimiento nuevo como exposiciones de corte histórico acompañadas de publicaciones e investigaciones”.
Se requiere además -puntualiza- de un director que entienda la escena, con un mínimo de roce internacional, y cuyo trabajo sea reconocido por la comunidad en la que se inscribe el museo.
El Ministerio busca constituir el MAAC como una entidad operativa desconcentrada, y Pérez prometió cambios en la contratación de personal.
Mariana Andrade, directora de Ochoymedio, que ganó concursos para programar la sala del MAAC Cine de Guayaquil en dos períodos -entre 2003 y 2013-, marca puntos de inflexión en la crisis.
En 2009 el MAAC pasó del Banco Central del Ecuador al Ministerio con ello cambió de nombre a Centro Cultural Libertador Simón Bolívar, lo que según Andrade le quitó la identidad. “Luego se exige la gratuidad, absurdo criterio de formación de públicos, una política populista y demagógica de valoración de la cultura por número de asistentes”.
Los burócratas, dijo, comenzaron a manejar el Museo y empieza el deterioro físico de equipos, aunque siempre hubo problemas con el aire acondicionado.
En 2014 el MAAC Cine se quedó sin programación y luego nunca pudo recuperar la fuerza de antaño. Los equipos de proyección digital se quedaron obsoletos -apunta Andrade-, por lo que deben actualizarse al formato a DCP (digital cinema projection), para tener acceso a programación de cine mundial.
Puntuales:
Apertura.El MAAC fue inaugurado en 2004 por el Banco Central del Ecuador. En 2009 pasó al Ministerio de Cultura.
Espacios.En siete meses de gestión, el Ministerio destacó la inversión 4 322 000 dólares en la ciudad, casi un millón en el MAAC.
Maac Cine.El Ministro informó que se trabaja en un convenio con la Universidad de las Artes para entregar parte de la programación del espacio.