En las criptas de Santo Domingo revive la leyenda de una sangrienta condesa

Durante el recorrido se desciende a las catacumbas de la iglesia de Santo Domingo. Foto: Archivo/ Julio Estrella/ EL COMERCIO.

Durante el recorrido se desciende a las catacumbas de la iglesia de Santo Domingo. Foto: Archivo/ Julio Estrella/ EL COMERCIO.

Aprender a dominar el miedo, mientras que con intriga se recorren los pasillos de un templo capitalino con 479 años de historia, escenario donde se desarrolla el relato de la leyenda de la Condesa de la Loma Grande, es la propuesta de la agrupación Leyendas Nocturnas. Desde diciembre del 2018, ellos realizan este recorrido por el interior de la iglesia de Santo Domingo, en el Centro Histórico de Quito.

Antes de realizar el recorrido, los visitantes deben enfrentar el miedo a la oscuridad. Los turistas se agrupan previamente en uno de los parqueaderos del templo dominico, ubicado en el Centro Histórico de Quito, entre las calles Vicente Rocafuerte (sur), Juan José Flores (nor-oeste), Jesús Pereira (norte) y Juan Pío Montúfar (este).

De forma ordenada ingresan por una puerta que los lleva hacia al Refectorio (antiguo comedor), para luego dar una visita breve al museo Fray Pedro Bedón y, finalmente, llegar a la capilla de la Virgen del Rosario, la cual posee imponentes tallados en cedro cubiertos con pan de oro, matizado con numerosas pinturas religiosas.

Durante el recorrido se desciende a las catacumbas de la iglesia de Santo Domingo. Foto: Archivo/ Julio Estrella/ EL COMERCIO.

Sofia Jiménez, quien personifica a la Condesa de la Loma Grande, da la bienvenida a los visitantes al templo dominico. Ella se presenta como una mujer descendiente de la realeza, con una propiedad bastante amplia en el barrio y que gusta mucho de las fiestas elegantes y pomposas, siempre y cuando sean complementadas con la compañía de los chicos más jóvenes y atractivos de la ciudad.

El diálogo de la Condesa se interrumpe con la entrada del Comisario –representado por Eduardo López-, quien hábilmente le tiende una trampa a la Condesa para colarse en la fiesta. Él investiga las misteriosas desapariciones de algunos jóvenes, a quienes no se los volvió a ver luego de asistir a las celebraciones de la Condesa, en los albores del siglo XX.

Mientras el Comisario se escabulle aparece Damián –representado por Sebastián Peñaranda-, quien acepta la invitación de la Condesa y decide ir a la mansión de la mujer.

La leyenda dice que la condesa gustaba de fiestas elegantes, siempre y cuando acudan a ellas los chicos más jóvenes y guapos de Quito. Foto: Archivo/ Julio Estrella/ EL COMERCIO.

La pareja pasea por los pasillos que están detrás de la capilla principal y luego descienden hacia las criptas, en medio del estupor de los asistentes. En este lugar reposan los restos de cientos de vecinos que vivieron en la Loma Grande en los últimos tres siglos. La fosa más antigua data de marzo de 1894.

Acompañada de un eco de aires tenebrosos, ella invita a Damián a tomar vino, lo envenena y luego procede a asesinarlo con una puñalada en el pecho, en medio del asombro de los asistentes. Mientras Damián se retorcía de dolor, aparece el Comisario e inicia una veloz carrera para atrapar a la mujer.

Él sospecha que ella es la principal responsable de la desaparición de los apuestos jóvenes quiteños. Presume que, para ocultarlos, los entierra en el jardín que queda detrás de su lujosa mansión.

Los asistentes van detrás de ellos, en unos pasadizos alumbrados por velas. Los guías señalan que es mejor no alejarse del grupo, ya que es posible perderse en medio de la oscuridad.

En las criptas de Santo Domingo reposan los restos de personas que han vivido en la Loma Grande en los últimos tres siglos. Foto: Archivo/ EL COMERCIO.

El Comisario alcanza a la mujer en uno de los rincones más obscuros del laberinto subterráneo y en medio de un lóbrego ambiente. Cuando ella golpea al Comisario y él cae inconsciente, el fantasma de Damián aparece para hacer justicia ante tanto crimen y arrastra a la Condesa hacia las tinieblas.

Al terminar esa escena, los asistentes se miran entre sí, se escuchan gritos, correteos, susurros, hasta que aparece la voz de la Condesa, quien en tono fuerte recita una frase inentendible, ya que las palpitaciones de los visitantes están agitadas. Luego ella de un soplo, apaga la única vela prendida, haciendo que más de un asustadizo se agarre de los brazos de quien está cerca.

Sofía Jiménez da vida a la sangrienta condesa. Foto: Roberto Peñafiel/ EL COMERCIO.

Leyendas Nocturnas acompaña este recorrido con relatos de la Escuela Quiteña y de figuras de la quiteñidad como Eugenio Espejo o José Mejía Lequerica. En el cementerio de San Diego, en cambio, realizan la teatralización del relato de María Angula.

Para el 10 de agosto de 2019 preparan la representación de Rosa Zárate, quien fue parte del proceso de Independencia del Ecuador, pero que fue torturada y degollada como escarmiento para quienes luchaban en contra de la Corona española.

Los recorridos por el cementerio de Santo Domingo se realizan usualmente los sábados, desde las 19:00. Las personas interesadas pueden contactarse previamente con Leyendas Nocturnas a través de su Facebook  o en su página web, ya que solo se permite el ingreso con reservación.