La cosmetología se apoya en la inteligencia artificial

Magic Mirror analiza el rostro del usuario y genera opciones digitales sobre maquillaje y colores idóneos para cada rostro.

Magic Mirror analiza el rostro del usuario y genera opciones digitales sobre maquillaje y colores idóneos para cada rostro.

Magic Mirror analiza el rostro del usuario y genera opciones digitales sobre maquillaje y colores idóneos para cada rostro. Foto: Cortesía Coty Mirror

Perfumes, maquillaje personalizado, espejos tecnológicos y aplicaciones móviles de belleza son cuatro productos que está siendo modificados gracias a la inteligencia artificial. Detrás de todo está el hecho de potenciar a una industria que el año pasado generó USD 532,43 mil millones y que se estima que crecerá en un 7% en un lustro.

Una de las novedades que fusiona perfumería e inteligencia artificial es Philyra, un sistema informático de IBM que ahora utiliza el productor de fragancias Symrise. Mediante el aprendizaje automático, el programa analiza algoritmos tales como los aromas comerciales más exitosos, su impacto en la industria y los mejores escenarios para resaltar a la persona que lo utiliza, entre otros elementos.

A partir de estos algoritmos, en el 2019 saldrá la primera línea de perfumería con inteligencia artificial. Para crear estos perfumes, el sistema analiza datos históricos de miles de fórmulas, materia prima y éxitos en tiendas con la finalidad de crear los productos que se venderán a través de la web de O Boticário.

En una dirección similar trabaja Coty, que desde este año vende el espejo inteligente Magic Mirror. Cuando una persona se coloca frente a este, el dispositivo ofrece opciones de maquillaje y pintalabios que resalten las facciones del usuario. Además, a través de este también se pueden hacer compras de maquillaje, con la finalidad de mantener la fidelidad del consumidor.

Para Daniel Morales, especialista en desarrollo de aplicaciones basadas en ‘big data’, la industria del maquillaje genera una inmensa cantidad de información diaria en torno a los gustos del consumidor, capacidad monetaria, impacto en el mercado y demás. Explica que al tomar en cuenta estas variables, las empresas van por apuestas más ambiciosas de pintalabios, perfumes, rímeles y demás. En este proceso, añade, se generan productos más confiables e, incluso, menos dañinos para la gente y el medioambiente.

El cuidado de la salud es una de las variables que forma parte de la conjunción de la alta tecnología y la cosmetología. Una muestra de ellos es la aplicación web Skin Advisor, que funciona a través de autorretratos de los usuarios. En esta plataforma, la persona se toma una foto, la sube a la web y el programa genera un informe sobre el estado de la piel. Al final, el usuario recibe una rutina de cuidado.

Una iniciativa parecida forma parte del proyecto Beauty Genome Project, el cual ha recopilado más de ocho millones de comentarios sobre productos cosmetológicos, 100 000 productos para el cuidado de la piel y 20 000 ingredientes que se usan en esta industria. En su web, los usuarios pueden acceder a un test para conocer el estado de la salud de su piel.

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