Coros difunden el espíritu navideño

El coro de la UTE está dirigido por Cecilia Tapia y está integrado por estudiantes de varias carreras de la institución.

El coro de la UTE está dirigido por Cecilia Tapia y está integrado por estudiantes de varias carreras de la institución.

El coro de la UTE está dirigido por Cecilia Tapia y está integrado por estudiantes de varias carreras de la institución. Foto: Diego Pallero / EL COMERCIO

Es jueves por la noche. A dos semanas de Navidad, Daniela Mosquera, de cuerpo menudo y cabello ondulado, está sentada en un pequeño salón ubicado en el edificio de Los Espejos de la Casa de la Cultura Ecuatoriana (CCE). Mientras espera que se inicie uno de los últimos ensayos generales del 2018, cuenta que la época navideña es una de las más exigentes del año, por el incremento en el número de presentaciones.

Mosquera, melómana y profesora de música, es una de las integrantes más antiguas del coro de la CCE, un grupo creado en 1954 por el guatemalteco Óscar Vargas Romero. Actualmente cuenta con 34 integrantes, la mayoría estudiantes universitarios de carreras tan diversas como Derecho, Música o Biotecnología.

Por estos días, ellos son los encargados de promover el espíritu navideño a través de un repertorio musical que incluye clásicos de temporada, como el Burrito Sabanero o Romance de Nochebuena, canciones que suenan, sobre todo, en novenas que se realizan en barrios, iglesias e instituciones públicas y privadas.

Este año, en el repertorio del coro de la CCE se incluyeron arrullos y canciones de cuna. Fernando Mosquera, director del coro, explica que es importante que la gente escuche otros temas y formatos de los famosos villancicos navideños. Por eso, dentro de los 13 temas seleccionados está Salve Niño de mi querer, de María Tejada, y Fiesta Navideña, de Byron Macías.

Otro de los grupos que ha apostado por temas que son parte del pentagrama nacional es el Coro de La Compasión. Como parte de su repertorio incluyeron canciones como Niño llora, un arrullo tradicional esmeraldeño.

Este grupo, creado en el 2013, está integrado por 27 personas, entre ellos niños, jóvenes y jubilados. La particularidad de este coro es el canto de tonos piniales, que son sonidos que activan la conexión entre la parte espiritual y la parte racional de las personas.

Eva Proaño es una de las sopranos del coro. En la presentación que tuvieron el miércoles pasado, en la Casa de la Música, ella fue la encargada de interpretar en solitario el Ave María de Franz Schubert. Por su parte, Melany Collahuazo interpretó Panis Angelicus, de César Frank. Estas dos jóvenes, con un gran talento vocal, viven en Carapungo, un barrio ubicado en el norte de Quito donde nació este coro.

A criterio de Nieves León, coordinadora del grupo, una de las cosas que los ayuda en estas épocas de continuos ensayos y presentaciones es precisamente su formación en canto pineal, “el manejo de esta técnica -dice- ayuda a que los niños suban al escenario con mucha tranquilidad y pueden transmitir esa paz que se necesita por estos días”.

Entre los coros con mayor actividad en la ciudad también está el de la Universidad UTE. En estos días el coro, dirigido por Cecilia Tapia, tiene programadas más de diez presentaciones en toda la ciudad. La novedad de sus conciertos es que este año están acompañados por los integrantes de la Camerata de la Casa de la Cultura.

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