La casa está emplazada en lo más empinado de la loma, donde la calle Eduardo Morley se queda sin aliento y da paso a un tupido bosque, que pertenece al cuartel Epiclachima.
200 metros más arriba corre la nueva vía Oriental. Es la parte más oriental del barrio Ferroviaria Alta.
En esa casa de tres pisos a medio construir funciona, desde hace 13 años, el Taller sin Fronteras.
En ese lugar, que se distribuye en tres pisos, Arnaldo, Nelson y Martha Gálvez se dedican a trasplantar a la madera todos esos muñecos y figuras que endulzan la vida de los más chiquitos desde hace algunas generaciones.
La vivienda está llena de Blancanieves, enanos, Kittys y hombres araña de MDF, que se distribuyen sin orden por las habitaciones que fungen de talleres.
Mientras Winnie Pooh y sus amigos Piglet, Tigger, Conejo, Ígor, Christopher Robin y Darby, pintados con esmero y precisión, esperan en la recepción que vengan a retirarlos. Estos ya están vendidos, explica Nelson, uno de los hermanos artistas.
El taller nació como una extensión del Club Juvenil sin Fronteras, que los Gálvez y otros vecinos fundaron hace 25 años en el barrio. “Era un club cultural y deportivo. Con mucha labor social. Y duró 14 años”, rememora Nelson.
Cuando la mayoría de miembros se casó, el club se disolvió pero los hermanos Gálvez decidieron convertirlo en algo más útil. Así nació el Taller sin Fronteras. La imprevista enfermedad de su hermana Martha (leucemia) los empujo a volverlo productivo.
Entonces comenzaron la fabricación de los personajes de Disney en serio. Como un medio de subsistencia.
Para eso, cuenta Nelson, se dedicaron a investigar para realizar figuras bien hechas. Primero probaron con espumaflex, luego con otros materiales hasta que se decidieron por el MDF, que es más dúctil, más resistente a la corrosión y permite mejores acabados.
Desde hace siete años, también realizan murales y paisajes decorativos en las paredes.
Es un trabajo sacrificado y meticuloso, explica Nelson. La elaboración de cada figura demora de 10 a 13 horas.
Primero se dibuja la figura a lápiz. Lo hacen Arnaldo y Nelson. Luego se corta la silueta. A continuación se prepara la madera (lijada, emporada…) y se procede al pintado. Para esta operación, los Gálvez utilizan esmaltes y tintes y se procede color por color.
Un vez seca la pintura se procede al delineado de los detalles, que se realiza con pinceles. Entonces las figuras se cubren con plástico para su protección.
Lo que hacemos no es un plagio, afirma Nelson, porque Disney permite la reproducción cuando se hace artesanalmente y no se cambia ningún detalle.
Retoques
El presidente de Solca, general Solón Espinoza vio una figura hecha por los hermanos y decidió decorar la sala de pediatría oncológica del hospital con ellas.
El taller está ubicado en la calle Eduardo Morley, en el lugar llamado El Triángulo. Los teléfonos son: 2653744, 08 5 752256 y 08 6 252082.
Los pasos:
1. El corte exacto. Una vez dibujada la figura con un lápiz se procede a cortarla según su perfil.
2. La preparación pre pintura. Ya cortada, la pieza se lija, empora y masilla para que no tenga fallas.
3. El último retoque. Luego de pintadas con esmaltes y tintes, el artesano resalta los detalles y ángulos.