Los tumbados de madera de caoba, dormilón, laurel y la conocida como peine mono (Apeiba membranaceae) son los preferidos en las casas de Esmeraldas. Las bonitas tonalidades que adquiere tras su tratamiento le dan un toque elegante a los interiores.
Frickson Montaño es un ebanista que lleva 20 años haciendo tumbados de madera en la ciudad. Explica que, aunque han aparecidos nuevas tendencias en estos elementos, muchos de sus clientes mantienen la tradición del uso de los cielos falsos usando maderas tradicionales.
La razón: brindan una buena imagen a los ambientes de las casas y refrescan los diseños.
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Cuando se trabaja con dormilón y caoba se usan duelas, mientras que con el peine mono, se colocan tablas completas cortadas a la medida del área.
Los tumbados de tipos parqué (madera) ofrecen una imagen estilizada. La tabla bien lacada descubre el corazón de la madera que contiene pequeños espacios de balsa. Al ser expuesta al fuego toma una tonalidad café oscuro.
Montaño explica que ese es el éxito del tumbado, porque el matiz se hace más profundo con el lacado y el brillo que se aplica. “Lo rústico de este material lo vuelve atractivo; esta madera, a diferencia de la caoba y dormilón, no se pule por ser rústica”, señala.
“Se la usa por al ser amarga, no se apolilla y su durabilidad puede ser hasta de hasta 15 años, por eso también se la emplea para decoración de interiores, enchapes, contrachapados y artesanías”.
Actualmente se la consigue en los puertos de San Lorenzo y Borbón, ubicados en el norte de la provincia de Esmeraldas. Cada unidad está en USD 3.
Ebanistas como Montaño cobran USD 20 el metro de cielo raso tipo parqué en esa madera.
El artesano señala que ese es un trabajo de mucha precisión, por eso son pocos los maestros dedicados a esa línea.
Él hombre labora desde una pequeña microempresa, que está ubicada en el sector Las Orquídeas, en la vía a la ciudadela de la Universidad Luis Vargas Torres. Trabaja en toda la provincia, sobre todo, en los cantones turísticos de Atacames y Tonsupa.
Según Montaño, para garantizar el tiempo de durabilidad de la madera se puede usar maderol, para frenar el ataque de la polilla.
El tiempo de elaboración de un cielo falto de peine mono depende de los m² que vayan a colocar si es en la sala o en las habitaciones, si se van a decorar con lámparas y ventiladores aéreos.
El proceso de colocación es sencillo, explica el especialista. Empieza con el traslapo de la madera. Las tablas son cortadas según el diseño del área.
Luego se sella. Con una brocha se pone la laca selladora para la protección. Se miden las tablas de acuerdo con las dimensiones de la estructura del parqué, elaborada con madera de laurel.
Los cortes del parqué se hacen con un serrucho o sierra. Con un soplete se vuelve a lacar la madera tras ser cortada. Se clava tabla por tabla con clavos de pulgada y media y se arma los cuadros. Finalmente. se aplica el brillo.