El portal de El Ejido es un edificio pionero en Cuenca por varios de sus elementos. El principal es el hormigón pretensado que se utilizó para formar la estructura.
Es un sistema utilizado en Europa y Estados Unidos. En Azuay no es común porque no existían fábricas que produzcan este tipo de hormigón, dice el director de la obra Pedro Espinoza. En la actualidad funciona una en Cuenca.
El montaje, pese a ser una gran estructura, se lo realizó con poca mano de obra. A través de grúas, montacargas y plataformas se colocaban los elementos como vigas, columnas e, incluso, losas.
“Es un buen sistema por la calidad del hormigón, que es prácticamente de laboratorio. Pasa por un control de calidad y no depende de condiciones climáticas como ocurre con el hormigón se realiza en obra”, dice Espinoza.
El costo inicial es más alto si se compara con el hormigón convencional, pero luego se nivela porque se utiliza menos mano de obra y el tiempo de ejecución de la obra se reduce. Por citar un ejemplo, señala Espinoza, el portal de El Ejido fue levantado en 18 meses y si se “utilizaba el sistema convencional hubiese durado dos años y medio”.
Según Espinoza, este proyecto surgió con la intención de ser distintivo e innovador. Está ubicado en una zona nueva de la ciudad, que a la vez está muy cercana al Centro Histórico, que es Patrimonio Cultural de la Humanidad. El objetivo fue que no exista una distorsión con el entorno.
El edificio tiene varios espacios destinados a las áreas verdes. Son cerca de 600 m². Todos los retiros laterales, posteriores e, incluso, frontal, son destinados a jardines.
Espinoza destaca el trabajo realizado en la terraza (séptimo piso). Allí hay un jardín que cuenta con césped natural y para evitar filtraciones se aplicó un sistema de cuatro láminas y drenajes. Con eso se pudo colocar tierra y se sembró césped natural y plantas.
Son cuatro capas de membranas asfálticas, materiales sintéticos y mallas que sirven como impermeabilizantes. “Es un sistema que ya se aplica en Quito y es uno de los primeros en Cuenca”.
La misma tarea se cumplió en los dos departamentos de la primera planta alta donde existen pequeños árboles y en el jardín de la planta baja, que es una losa que cubre los parqueaderos que están ubicados en el subsuelo.
Otro elemento importante fue el ladrillo artesanal (es común que en los edificios de la zona de El Ejido de Cuenca tengan fachadas de ladrillo visto, pero de tipo industrial) que se utilizó para la fachada. Espinoza señala este material es diferente por su tamaño y color y fue diseñado y elaborado solo para esta obra.
El objetivo fue que se asemeje al antiguo que existe en el Centro Histórico de Cuenca. Tiene una tonalidad amarillenta que le da una apariencia de antigua.
Además, se usaron productos químicos que soporten las variaciones climáticas. Adicionalmente, se utilizó madera de chonta en ventanería y otros revestimientos. Se escogió esta variedad por su durabilidad y su vida útil.
El edificio tiene 16 departamentos y tres oficinas en siete niveles y un subsuelo que tiene espacio para 28 parqueaderos. Aún faltan dos meses para finalizar, señala el arquitecto Espinoza.
Otros elementos
El terreno donde está emplazada la estructura tiene 1 300 m².Los departamentos tienen áreas de 86 a 240 m². El edificio tiene 4 500 m² de construcción.
El edificio tiene otro diseño innovador. Para cubrir el área de gradas se usó hormigón celular prefabricado. Fueron elaborados en moldes especiales para que tengan textura. El diseño se inspiró en las cestas de las cholas cuencanas.
El interior de los departamentos se decoró con elementos modernos. Tiene muebles de cocinas y clósets termolaminados, vidrio deslustrado y acero inoxidable.