Mushuñan tiene una escuela de máxima categoría

En la hora de ejercicio físico.Los niños se ejercitan en el patio central, emplazado frente a los bloques. Foto: Víctor Vizuete / EL COMERCIO

Mushuñan es un lomerío emplazado al suroriente de Sangolquí, la cabecera cantonal del cantón Rumiñahui. En la actualidad ya es una de las zonas más importantes -entre urbana y rural- de esta ciudad que crece vertiginosamente.
Aquí se construye, desde el 2005, la más importante escuela de Sangolquí: el Plantel Educativo Municipal Rumiñahui.
Se construye porque, a pesar de que ya se han inaugurado tres bloques de hormigón armado de dos pisos cada uno, está en proceso otro bloque más, así como también otros equipamientos comunales, como la cancha de fútbol semirreglamentaria.
La gran unidad educativa comenzó en el 2005 como una escuelita, con cuatro aulas prefabricadas, 86 niños y tres maestros.
En estas aulas, explica el Dr. Juan Aráuz, rector de la institución, ahora funcionan, entre otros departamentos, el de Orientación Infantil (Dobei), los departamentos médico y dental, la oficina de trabajo social y el comedor.
En los bloques, que se fueron completando poco a poco, están las aulas de primero a séptimo de básica, los talleres de inglés e informática y las baterías sanitarias. En el último bloque, que se completará en un mes, también se habilitarán los laboratorios, explica el ingeniero José Segovia, fiscalizador del Municipio de Rumiñahui.
En total, explica Segovia, son 2 727 m² de aulas nuevas, 216 m² de aulas prefabricadas, emplazadas en 2 ha de terreno. En este están habilitadas el patio múltiple, los juegos infantiles y se adecúa una cancha de fútbol. También existe una cisterna de 48 m³, suficiente para que la entidad educativa nunca pase apuros por la falta de agua.
Las estructuras son de hormigón armado y entre sus constructores constan los ingenieros Juan Marcillo y Roberto Nájera. Parte importante en el desarrollo del plantel educativo, explica Aráuz, le corresponde a la directiva de padres de familia.
Esta, dirigida por el recientemente fallecido ingeniero Jorge Padilla, realizó valiosos aportes, como el aula de informática, el cerramiento perimetral, el amoblamiento de ciertas aulas…
El concepto arquitectónico de los bloques, explica Segovia, tiene incorporado como condicionantes de diseño los avances tecnológicos en materia de estabilidad, informática y pedagógica. Las construcciones son sismorresistentes y tienen accesos y equipamientos para personas con capacidades especiales.
El crecimiento de la institución fue paulatino, explica la trabajadora social Raquel Sosa. En este momento son 719 alumnos, 30 docentes, 10 funcionarios del Dobei y el departamentos médico y cuatro personas de servicio. La inversión es de USD 700 000.