Los muros con vegetación,una opción ecológica

El restaurante El Mercado, en el centro de Cuenca, utilizó pallets para colocar las plantas y formar una suerte de muros verticales de vegetación. Foto: Xavier Cavinagua/EL COMERCIO

Las limitaciones de espacio son un problema en las viviendas y departamentos para tener un jardín que pueda mejorar la calidad de vida de los habitantes. Una alternativa que toma impulso es el muro recubierto con vegetación.
Estos son utilizados en fachadas, patios y para decorar ambientes internos. Están inspirados en el concepto que desarrolló el botánico francés Patrick Blanc, creador de los jardines verticales. Tiene obras importantes en España y Francia, entre otros países.
El concepto de Blanc, dice la arquitecta experta en jardines Gina Lobato, es que se coloca una estructura junto a la pared para que sirva de soporte de las raíces y que no se utilice tierra. A través del riego por recirculación se envían los nutrientes necesarios para las plantas.
Pero es una técnica costosa, señala Lobato y “está patentada por el botánico francés”. Por ello, hay quienes recurren a variantes que son calificadas como muros de vegetación.
En estos casos, la estructura puede ser de hormigón, metálica, de ladrillo... Pero debe ser sólida, para que soporte las variedades vegetales, aconseja el Arq. azuayo Pedro Samaniego, de la constructora A&D.
También, existen casos en los cuales la vegetación está pegada a la pared y se necesita un recubrimiento para evitar que se filtre la humedad. No se trabaja con plantas muy grandes sino que aporten con volumen.
Según Samaniego, mientras menos espacio haya en las viviendas más serán usados estos muros en el futuro. “Hasta necesitan menos mantenimiento que los jardines horizontales”.
Él señala que principalmente se utiliza el riego por goteo y, cuando no hay un desagüe cercano, se puede pensar en la recirculación.
En este caso, señala Lobato, el agua no debe transportar impurezas y no es recomendable cuando no existe tierra.
Además de mejorar el ambiente y el hábitat de las personas, Samaniego dice que es un elemento que aporta en la decoración y se complementa bien con el estilo arquitectónico contemporáneo.
Según Lobato, en el caso de los jardines de Patrick Blanc hay un beneficio adicional. En los países que tienen las cuatro estaciones, con fríos intensos en invierno y temperaturas muy altas en verano, estas plantas sirven como una suerte de protector térmico del interior del inmueble. Es decir, ofrecen frescura en verano y mitigan el frío en invierno.
En Cuenca, el Restaurante El Mercado y el Hotel Valgus optaron por estos muros. En el primero usaron pallets para sujetar las raíces; en el segundo se adornó el ingreso principal.
Samaniego afirma que también se usan mallas para sujetar las raíces. En el local del vivero Hábitat, en Cuenca, se hizo una pared verde con un sistema hidropónico (no necesita suelo) con plantas como orquídeas, helechos, bromelias...