Estos morteros no sirven para destruir edificaciones sino para levantarlas; para que sean fuertes y resistan eventos extremos como sismos e inundaciones.
El mortero o mezcla que se utiliza comúnmente, explica el Arq. Ramiro Soasti, es el de cemento. Está elaborado con cemento, árido fino (arena) y agua, aunque actualmente es muy común el uso de aditivos para modificar sus propiedades.
El árido fino o arena, explica el Ing. Julio Córdova Castro, director ejecutivo del Instituto Ecuatoriano del Cemento y del Hormigón (Inecyc), es el de mayor volumen en el mortero. Es el que proporciona el esqueleto mineral a la mezcla, por lo que es imprescindible el uso de uno que cumpla con los parámetros de calidad, lo cual garantiza una mezcla con buenas propiedades y más económica.
El árido fino para morteros debe cumplir con los requisitos de la norma INEN 2536 que especifica la granulometría requerida. Un árido mal graduado, explica Córdova, baja la calidad y resistencia de la mezcla.
Por eso, explica Soasti, se debe utilizar una arena limpia, sin sales ni componentes orgánicos, pues estos disminuyen la resistencia y la durabilidad.
Los morteros, explica Córdova, deben tener ciertas características, tanto en estado fresco como en estado endurecido.
En estado fresco deben tener una consistencia adecuada, que sea manejable pero que no se escurra o se disgregue al momento de la colocación. También es importante el tiempo de vida de la mezcla: se debe preparar solo la cantidad de mortero que se pueda colocar en unas dos horas, a menos que se esté preparando morteros larga vida, modificados con ciertos aditivos para darles un tiempo de vida entre 24 horas a 72 horas.
Es conveniente la inclusión de aire en los morteros en un porcentaje que puede variar entre un 6% a 8% de aire. Esto les provee de impermeabilización, mejora la consistencia y evita que se disgreguen.
En el mortero endurecido es importante la impermeabilidad, que implica una mayor durabilidad de la estructura.
Antiguamente, según Córdova, el mortero se utilizaba solo para elaborar revoques y para fabricar paredes. En la actualidad, con la incorporación de nuevas técnicas y materiales y otras dosificaciones, los morteros se utilizan en aplicaciones como los revestimientos de taludes y túneles. En estos casos se usan morteros lanzados de alta resistencia, con aditivos especiales y reforzados con fibras.
Existen morteros para anclajes industriales, para reparaciones estructurales, arquitectónicos e, incluso, existen morteros estructurales como el mortero de polvo reactivo.
Dos elementos claves
Un factor importante es la forma de las partículas del árido, puesto que esta influye en la trabajabilidad del mortero fresco: un árido con partículas redondeadas da una mejor maleabilidad al mortero.
En contacto con elementos de acero, se debe limitar el uso de cloruros puesto que promueven la corrosión. Se evitará el uso de áridos de origen marino, pues pueden contener sulfatos que afectan la mezcla.