Las cañas se aprovechan para todo. Funcionan como columnas estructurales, paredes, tabiques, ventanales, techos. Foto: Marcel Bonilla/EL COMERCI0
Cuatro cañas de bambú gigante de 20 cm de diámetro conforman una de las 18 columnas que soportan las tres plantas de la hostería El Bambú. Esta fue construida con ese material en Mompiche, sur de Esmeraldas.
Las edificaciones con variedades de este vegetal (gigante, caña guadúa…) han ganado terreno en las playas del sur de esta provincia.
El 60% de las cabañas y hoteles que se erigen junto a la playa utiliza bambú gigante (Angustifolia Kunth) traído desde Santo Domingo de los Tsáchilas, La Concordia y la ciudad de Esmeraldas. En el ingreso del poblado se observan entre 300 y 400 cañas en proceso de secado. Este se hace bajo sombra, para evitar rajaduras.
Una unidad tiene un costo de USD 15. Tras ser sometida al proceso de curado vale hasta USD 18. Para garantizar su durabilidad, las cañas se protegen con resina o maderol, que impide el ataque de polillas.
Hualcopo Palacios, constructor, explica que este bambú es usado porque tiene buena resistencia sísmica y es ideal para climas cálidos y húmedos como el de Mompiche.
El seco es mejor para trabajar los cortes de forma manual o con caladora, y para ensamblar las piezas que van en paredes, techos o decoraciones.
Cada segmento de la estructura es asegurado con tornillos de distintas medidas. Para unir se usa el corte boca de pez, que permite una mayor adhesión, conforme exige el diseño. Además, esta unión es precisa para la aplicación de laca selladora y brillo, con lo que da vida a paredes, estanterías y divisiones, explica Palacios.
Por eso gusta a los turistas argentinos Lorena Maidana y Roberto Moyano. “En las playas buscamos ocupar cabañas de caña, porque son más frescas; a diferencia de las de hormigón, que son calurosas”, explican.
Uno de los primeros en usar esta técnica de construcción fue Tito Ruiz, un ciudadano chileno dedicado a la construcción de casas con ‘pino insigne’. En Mompiche experimentó con bambú y le gustó. Posee uno de los hoteles ecológicos más elegantes de la zona.
Con la caña se han elaborado, en casas y hoteles, desde los bancos para los restaurantes, ceniceros, muebles, sillas, camas, baños y lámparas. Los pasamanos son de bambú gigante y las escaleras de moral.
La estructura de los techos está construida con varengas de moral y amarillo, donde reposa la paja toquilla que da un aspecto elegante a las construcciones junto al mar.
En los pisos, afirma Ruiz, se prefieren las maderas como tangaré, moral y amarillo, por su resistencia al agua.
El bambú, asimismo, es óptimo para armar las estructuras. Según Ruiz, presionado hacia abajo, es un 20% más fuerte que la madera de roble.