Don Manuel Vinueza es el carpintero más conocido de El Ángel, la cabecera cantonal de Espejo, en la provincia del Carchi. Sus muebles están en la mayoría de las casas del poblado e, incluso, en los Estados Unidos.
Cuando era niño se dedicaba a hacer ollas de barro, pero con la llegada del aluminio, el oficio perdió fuerza y tuvo que cambiar. De sus 78 años, 23 los ha dedicado a la carpintería.
“Me tocó aprender a trabajar con madera y ahora hago lo que me pidan”, dice el artesano mientras toma un trozo de pino para empezar a darle forma.
En el taller ubicado en el centro del poblado trabajan tres personas más. “Son mis hijos: Mario, Aníbal y Pablo. Los cuatro hacemos los muebles. Nos repartimos el trabajo. La madera con la que trabajan es el pino. El cedro, el canelo, el olivo… quedaron en el olvido porque son maderas muy caras. “Un tablón de canelo cuesta USD 8 y eso es muy costoso porque nuestros clientes no nos pagarán más”.
Con el pino se elaboran camas, armarios, muebles de cocina o lo que pidan los clientes. El más costoso es el trabajo tallado: una cama puede costar USD 300.
Para fabricar una cama lo primero es cortar cuadrados, que serán las uniones para los largueros y travesaños, además de las patas para la cama. Estas se deben realizar dividiendo la tabla en 6 cuadrados de 20 cm. “Utilizamos el serrucho o la sierra”.
Ya con las patas listas, se comienza a armar el catre de la cama. “Para esto unimos los largueros con los travesaños”.
Se utilizan clavos especiales para que no haya problemas posteriores. Se unen las piezas con los tornillos y está lista la cama. Cada tablón de madera debió pasar antes por un proceso en el que don Manuel es un experto.
Después de cortadas las maderas, se lijan. Para eso en el taller se adaptó una máquina. Este proceso se realiza para evitar que las piezas queden con astillas y puedan causar daños a los usuarios de los muebles. Cada maderita pasa por la cepilladora. Aquí se define el alisado de la pieza que al final va al torno, en donde se le da forma. Incluso puede quedar redonda, depende del pedido.
La maquinaria con la que cuenta el taller, en su mayoría, es adaptada. Y es que según cuenta el artesano, el trabajo manual quedó en el pasado.
Hasta los tallados se hacen con máquinas, dice. Para cada artefacto hay un maquinista que conoce bien el trabajo que se hará porque no podemos arriesgarnos a sufrir accidentes ni a que los muebles no cumplan las especificaciones pedidas.
Desde la Amazonía
En El Ángel existen tres carpinteros más. Sin embargo, Manuel Vinueza es uno de los más antiguos. Sus hijos han heredado la pasión por la madera.
La madera de pino llega de Ibarra. Los otros tipos de maderas, en cambio, se traen desde la Amazonía. Los lingotes se almacenan en una bodega. Las obras se piden de Ibarra, Tulcán…