El libro de papel con nueva casa

Los libros.  Las estanterías están ubicadas con orden riguroso. Fotos: Jenny Navarro /EL COMERCIO

Los libros. Las estanterías están ubicadas con orden riguroso. Fotos: Jenny Navarro /EL COMERCIO

Este gran atrio interior, que es el eje aglutinante del edificio, ofrece la transparencia, iluminación y ventilación necesarias a todos los pisos del edificio.

Fue una de las luchas a brazo partido que tuvimos para defender el diseño arquitectónico, rememora Wiese.

“Algunos de los ingenieros se referían a él, casi despectivamente, como el hueco”, recuerda divertido el Arq. Roberto Pareja, el brazo derecho de Christian.

No obstante, se impuso el tesón y la visión de los creativos y hoy es el ícono que identifica a la biblioteca. El elemento más reconocible y más admirado por todos quienes ingresan al interior de la edificación.

Todos los pisos tienen acceso a este gran espacio lleno de luz y ventilación. Y las barandas son de acero inoxidable y vidrio curvado templado de 8 mm, lo que pone aún más el toque contemporáneo y actual en el lugar.

Este enorme tragaluz marino, aumenta Wiese, funciona igual a una chimenea y hace que el aire caliente se dirija hacia arriba.

Se logra así una climatización óptima, que permite un ahorro sustancial en el gasto de energía, tanto en iluminación como en ventilación.

Otra de las novedades del edificio, que también ayuda a regular los gastos energéticos, explica Wiese, es que todos los servicios, instalaciones y controles están organizados en un solo bloque, lo que mejora la ‘productividad’ del edificio. Así, los lavabos, sanitarios, ascensores, ductos, controles digitales y eléctricos se ubican en la parte sur de la construcción.

El carácter del edificio es racionalista. Por esa razón, muchos elementos como las columnas de hormigón, no tienen recubrimiento y se muestran como son.

La expresión formal pretende ser asociada con parámetros de modernidad y caracterizar una ambientación atemporal en todos los pisos, explica Pareja, uno de los gestores del proyecto y brazo derecha de Wiese. “Se logra así la tranquilidad y el relax que demanda una biblioteca”.

El remate, en cambio, posee un patio terraza apergolado que funcionará como zona de recreación y elemento del programa complementario de las actividades que se desarrollarán en el edificio. En el último piso funcionarán dos fundaciones.

Los tres subsuelos albergan un total de 66 estacionamientos y los servicios generales como transformador, generador, cisterna, cuartos mecánicos e inteligente y bodegas. En el primer subsuelo se emplaza un cine, que tiene capacidad para 120 personas.

En la planta baja hay salas de reunión y de conferencias, la recepción y una cafetería.

Todos los pisos, explica Wiese, además de los libros poseen colecciones digitales y de videos.

Y las personas pueden escanear el texto que desean sin problemas. En esta biblioteca no hay copiadoras de papel; todos los sistemas son computarizados.

Los datos del proyecto
 
La dirección de proyecto  estuvo a cargo del Dr. Adrián Bonilla. La gerencia fue del Ing. Edwin Ripalda y el cálculo estructural del Ing . Patricio Ramos.

Entre las innovaciones  que posee el edificio está la digitalización de todos los servicios, lo que lo vuelve ‘inteligente’.

El edificio, asimismo,  tiene sistemas que ahorran energía y son amigables con el medioambiente y el entorno.

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