Cuídate que te cuidaré, dice el proverbio bíblico. Con el incremento progresivo de la delincuencia en el país, esa sentencia dejó de ser una sugerencia para convertirse en una necesidad.
Claro, el ámbito delictivo llega hasta todos los espacios que ocupa el ser humano, sus viviendas incluidas, naturalmente.
A los propietarios no les ha quedado de otra que defender sus vidas y sus propiedades, muchas obtenidas con sacrificios. Entonces han recurrido a las alarmas, bloqueos y hasta dispositivos de seguimiento y rastreo, cuya finalidad es evitar la sustracción, facilitar su recuperación o atenuar los daños que pudiera causar un atraco.
Pero aunque no se trate de atracos, señala Lautaro Ojeda Salvador, gerente regional de la firma Protemax, la convivencia en el hogar está sujeta al ataque de otros enemigos -silenciosos- que atacan, pero a la salud de las personas. Los rayos ultravioletas y los infrarrojos son los más agresivos y causan dolencias dolorosas y hasta mortales, como el cáncer de piel y las quemaduras.
En eso, en proteger las viviendas como quienes las habitan, es en lo que trabaja Protemax, empresa fundada hace ocho años por el empresario peruano Santiago Nieto, que también labora en el blindaje al 100% de toda clase de vehículos.
Las láminas de seguridad, asimismo, son utilizadas para recubrir los vidrios, tanto de vehículos como de casas.
Ojeda explica que la función principal de una lámina de seguridad es impedir que un delincuente vulnere los vidrios con ayuda de una bujía u otro objeto contundente, para inmediatamente sustraerse algún elemento de valor que se encuentre en el interior de la vivienda.
Al adherirse al vidrio, la película actúa como un soporte que evita que los fragmentos que se rompen con el impacto se esparzan, siendo capaz de soportar varios golpes en función de las micras de grosor de la lámina (entre cuatro y 60). Mientras más gruesa, más golpes resiste.
“No impide el ingreso del delincuente, pero lo demora lo suficiente para que se activen las otras alarmas y llegue la ayuda. Muchas veces basta ver que el vidrio no se rompe para que el malandrín huya”.
No obstante, Ojeda es enfático al señalar que las películas de seguridad tienen sus limitaciones. Por ejemplo, están diseñadas para resistir golpes, pero en ningún caso detienen impactos de bala.
Las láminas que ofrecen protección contra la acción de los rayos infrarrojos (causantes del calor) y ultravioletas son una variación de las de seguridad y manejan tecnología 3M. Se denominan láminas PR70 Cristalium Prestige.
Tampoco se rayan y poseen una finísima capa de cerámica, que es el mejor protector contra el calor conocido (las naves espaciales utilizan cubiertas de cerámica para defenderse del calor y las elevadas temperaturas).
Estas láminas poseen una protección antirrayos del 99%; eso hace que no se quemen con el sol ni se despeguen. Además, asevera Ojeda, tienen una garantía de 10 años. Además, explica Ojeda, con estas láminas los exteriores no cambian y los interiores siguen siendo claros.
Se comercializan por m². Varían de precio. Las de seguridad, cuestan desde 20 USD/ m².
Las láminas de control solar son las más costosas y tienen un precio de 65 USD/ m².
Protemax tiene, en este momento, dos almacenes en país y se apresta a inaugurar su sede central en Guayaquil.
El cuartel general está ubicado en Quito (av. 6 de Diciembre y Checoslovaquia). Puede comunicarse con los teléfonos: 2247475 y 6044373.