El ladrillo es resistente y estético
El departamento es amplio, tiene buena ventilación, una vista espectacular y está ubicado en una zona bien comunicada con el resto de la ciudad.
Todo perfecto, salvo un detalle: cada vez que los vecinos de al lado prenden su televisor, a usted no le queda más que ‘oír’ la telenovela que ellos ven.
Obviamente, usted intuye el motivo: los bloques de cemento usados en las paredes divisorias no retienen los sonidos.
Esa es una de las ventajas (no superada) del ladrillo: el aislamiento acústico. En una casa de ladrillo la intimidad está garantizada, pues no se filtra ni sale ningún sonido. Y, claro, se puede respirar con absoluta tranquilidad.
Apenas es una de las grandes cualidades de este material, uno de los más antiguos usados por el hombre. Tan antiguo es, que los zigurats (observatorios astronómicos), palacios y jardines babilonios y caldeos estaban construidos enteramente con él.
Otra ventaja es que es un material sismorresistente; es decir, que soporta muy bien los movimientos sísmicos.
En el país, el ladrillo tiene una historia de cinco siglos. Los españoles lo trajeron y utilizaron mucho. Aunque ha perdido algo de su trascendencia, con los nuevos tipos que ofertan algunas fábricas especializadas, su uso se recupera paulatinamente.
Una de las adiciones que tienen los ladrillos de hoy es el sentido estético. Los ladrillos para fachadas actuales no necesitan ningún tipo de recubrimiento (revoque, pintura, cerámica...) pues sus caras son totalmente pulidas. Una casa o edificio en este ladrillo visto tiene un gran impacto visual e influye positivamente en el entorno.
Otra innovación que traen los ladrillos que se fabrican actualmente es la variedad. Los tradicionales macizos, nacidos de la cocción a 700 grados centígrados del adobe de arcilla, se siguen utilizando. Los jaboncillos (de dimensiones más reducidas) y los mambrones (más grandes que el común), también. Sin embargo, los perforados, estriados y huecos se adueñan cada día de más fachadas, paredes, muros y tabiques.
Los perforados, como su nombre lo sugiere, llevan perforaciones paralelas a las aristas. Pero estas nunca superan el 33 por ciento del volumen del ladrillo.
Los huecos, en cambio, tienen agujeros más grandes. Se fabrican de tres, seis y nueve perforaciones y son muy resistentes a los efectos que causa la humedad.
Todos estos modelos tienen en su resistencia una ventaja importante con respecto al bloque de cemento, afirma el constructor Gabriel Montalvo. Tanto a la compresión como a la flexión. Y al desgaste por causa de la intemperie, el tiempo y el smog.
Cómo alzar una pared con este material
Si quiere un terminado más prolijo use el de máquina, cuyas caras son más pulidas.
Los ladrillos deben ser parejos y bien horneados; ni pardos o negruzcos (quemados) ni amarillos (crudos).
Prepare la base donde hará la hilada inicial. El terreno debe estar nivelando. Con una cuerda trace una horizontal por encima del primer ladrillo, a unos 7 u 8 cm del suelo. Si el lugar que eligió es sobre tierra, es mejor cavar unos 20 cm y apisonarlo con algunas piedras para que no se hunda.
Después prepare la mezcla. Coloque una porción abundante sobre el piso mojado.Todos los elementos que intervienen tienen que estar bien mojados.
Tome un ladrillo y colóquelo sobre la mezcla respetando el nivel y golpeándolo con el bailejo hasta que se acomode. En el segundo ladrillo agregue además, mezcla en el canto (borde pequeño) para pegarlo a continuación del anterior. Y así...