La artesanía en madera es una actividad reconfortante para muchos seres humanos. Ese es el caso de Iván Vega, un amante de los trabajos en este material.
Termincasa, de Iván Vega, es un lugar lleno de trabajos y herramientas por todo lado. Es un administrador de empresas, de 69 años, que se dedica a la elaboración de artesanías en madera desde hace 18 años.
El taller es amplio. Está repleto de tablas, palos y tacos de varios tipos de madera. También hay lacas, pinturas, esprays…
Iván es divorciado y tiene tres hijos, -Jorge y Cristian, estudiantes, y Verónica, profesional y secretaria ejecutiva.
Vega aprendió a elaborar artesanías en México, en un curso artístico de alta escuela.
Termincasa cuenta con dos talleres, uno en Calderón, y el matriz, en las avenidas 6 de Diciembre y Naciones Unidas, al norte de Quito. Vega dice que “en Termincasa tenemos una atención personalizada, se asesora cada venta para despertar la imaginación en cada cliente”.
Por eso, en su taller se encuentran carros, casas, cruces, portaservilletas, vineras, toalleros, relojes, casas de madera…
En el taller principal, el artista también dicta talleres para quienes aman estas labores.
El experto maderero tiene alrededor de 70 estudiantes, quienes buscan asesoramiento e indicaciones precisas para aprender este apreciado oficio.
Vega, alto robusto, de pelo blanco y mirada inquieta, ha ayudado a muchas personas que quieren crear su microempresa fabricando objetos y utensilios útiles y estéticos.
Según Vega, “todo lo que he hecho en el país lo ha hecho con materiales propios; no me gusta incorporar a mi taller mano de obra extranjera”.
Además de los objetos en madera, también hace otras manualidades (pintura en servilletas, pintura en madera) y vende al por mayor en Ambato, Loja, Cuenca y varias ciudades del Litoral ecuatoriano. También vende al por menor.
En el taller de Iván se utilizan técnicas de pintado como el ‘country y el bawer’: son tipos de pintura y acabados de lujo empleados en otros países.
Con el maestro laboran dos empleados: Carlos e Iván, el supervisor de fallas.
Vega vende muchas de sus artesanías en madera sin pintar: esto es para estimular a la creatividad de sus compradores
Vega comenta que “el trabajo es duro y difícil pero muy motivador. Tenemos objetos con precios desde USD 0,45 hasta de USD 56, las vineras, que son las más costosas”.
El hombre sigue con sus obreros… concentrado en crear útiles figuras multicolores.