En el exterior se observa la conjunción entre la arquitectura occidental, el caso de la cúpula, y las técnicas andinas. Fotos: Raúl Díaz / EL COMERCIO.
Un techo de estructura autoportante (se sostiene por sí solo), cubierto de hojas de sigse y paja, permite la circulación de aire en una construcción pero conserva la temperatura del ambiente.
Esa es una de las técnicas constructivas andinas que siguen vigentes en Chimborazo y que se difunden a través del Instituto Jatun Yachay Wasi.
En esta entidad, los estudiantes de la carrera de Construcciones Andinas aprenden a aplicar técnicas como las paredes de tapial, las estructuras de vigas de madera y el uso de otros elementos naturales como piedras, paja, leños… en la construcción contemporánea.
El Apunchic Wasi (templo de los Dioses), por ejemplo, es el resultado de una fusión de técnicas vernáculas y andinas.
Las paredes de terracemento, es decir, hechas con bloques de tierra y recubiertas en sus bases con piedras y cemento, conservan la temperatura cálida del ambiente.
Esta edificación circular tiene ventanas de forma piramidal, que están colocadas en dirección a los cuatro puntos cardinales. Según la cosmovisión andina, representan a los cuatro elementos sagrados.
“Es para armonizar el ambiente. Los colores, los materiales constructivos y la ubicación de las ventanas están pensadas en los ocupantes, la idea es experimentar sensaciones de bienestar y confort”, dice Wiliam Balseca, docente del Instituto Jatun Yachay Wasi.
Otro espacio importante en la arquitectura andina es el temazcal, una especie de sauna que se calienta con piedras volcánicas incandescentes, agua y hierbas medicinales. El Rupak Puyu -que se utiliza para ceremonias andinas y sesiones medicinales- fue edificado de acuerdo con este criterio.
Esta construcción está hecha con paredes de tapial, una mezcla de barro, excremento de camélidos y una piedra que sobresale de cada bloque. Tiene un revestimiento de caña guadúa para hacerlo más cálido.
La simbología indígena, como las serpientes, las chakanas (cruces andinas), pirámides truncas y plantas sagradas también son parte importante de la arquitectura andina.
Estos elementos ceremoniales representan la protección, la conexión espiritual con deidades y la armonía con cada ente viviente de la naturaleza.