La digitalización, en definitiva, ha penetrado en el mundo corporativo. La oficina actual se basa en la tecnología digital. Y esta dependencia se acentuará día a día.
Esta nueva perspectiva de las oficinas, según el arquitecto Jorge Bailón, tiene dos columnas de sostén: las comunicaciones y la oficina integrada (ofimática).
La ofimática es el equipamiento ‘hardware’ y ‘software’ usado para crear, coleccionar, almacenar, manipular y transmitir digitalmente la información.
Las comunicaciones -interna y externa- tienden a la globalización del trabajo a través de las nuevas tecnologías, explica El Mundo digital. La ofimática, en cambio, aúna en un solo equipo las funciones que ahora desempeñan varios aparatos como la copiadora, la impresora, los centros de cómputo o el escáner.
Esta nueva disposición laboral, obviamente, desencadena todo un cambio en la disposición espacial, los equipamientos y los amoblamientos en general. Frente a la oficina del ‘átomo’ (de lo sólido, de lo tangible) se está pasando a la oficina del ‘bit’ (lo inmaterial, lo virtual), para regocijo de Nicholas Negroponte, gurú de la revolución digital, continúa El Mundo.
Como alternativa al fax se impone el correo electrónico, lo mismo que las pantallas frente al papel. Las empresas de tecnología punta (caso de Ericsson, en Suecia) han sido las primeras en implantar el nuevo concepto de oficina, dando ejemplo a las menos avanzadas.
Los espacios son abiertos, casi sin máquinas a la vista. Al llegar a la oficina se abre una taquilla y se extrae la mesa con la máquina, o el maletín con la computadora portátil. Al terminar, se guarda hasta el día siguiente.
Según el semanario Dinero del periódico español, el espacio de la oficina se diseña en función de su entramado informático. Cada trabajador podrá tener en su mesa un ordenador PC o uno NC (Network Computing).
En el NC es la red local la que gestiona la capacidad de proceso de los sistemas operativos, de las aplicaciones y de los servicios que requiere el usuario. El PC puede actuar de forma autónoma o, como el NC, a través de la Red.
Como los espacios son abiertos, explica Bailón, los equipamientos son flexibles y versátiles. Basta un círculo de sillas y los ‘smartphones’ o los iPod para realizar una reunión de trabajo.
El Red Dot Design Award (https://en.red-dot.org) es un salón donde se presentan las mayores innovaciones, como las que reseñamos en las fotografías.