Los modelos minimalistas y de tipo europeo son los que adquieren los matrimonios jóvenes. Mientras que la gente adulta prefiere los tradicionales y clásicos, con tonalidades más serias. Foto: Glenda Giacometti
Al menos 60 expositores muestran las nuevas tendencias en modelos y diseños en muebles para comedor, dormitorio, cocina, sala… La muestra estará abierta al público hasta el 27 de diciembre y se promocionan descuentos del 5 hasta el 25%.
Durante estos días, la parroquia Huambaló, del cantón Pelileo, en Tungurahua, se convirtió en la vitrina más grande del mueble en el país. En el recorrido se pueden encontrar juegos de comedor para seis personas por un valor de entre USD 600 y 850. Asimismo, un juego de dormitorio de dos plazas y media está valorado entre USD 650 y 750. Los juegos de sala hay de USD 1 200 a 1 600.
Juan Carlos Villegas, presidente de la feria, cuenta que la elegancia y la sobriedad de los nuevos diseños en los juegos para la sala, el comedor o el dormitorio están acorde con la exigencia de los clientes.
“La garantía y la calidad del producto es la carta de presentación de los artesanos y eso la convirtió en una de las mejores vitrinas de muebles a escala nacional”, indica Villegas.
Hasta hace dos años, esta actividad comercial y productiva se efectuaba en un recinto ferial, pero decidieron que cada uno de los almacenes y talleres sean los sitios de exhibición de una gran variedad de diseños con modelos minimalistas y tradicionales. Actualmente, la tendencia pasa por reseñar lo mejor de los modelos europeos, tanto en diseños, como en materiales y conceptos.
Los visitantes, asimismo, pueden recorrer los talleres con el propósito de conocer el proceso de fabricación. El artesano Daniel Villegas, por ejemplo, tiene su almacén de Muebles Álex, en el centro de la parroquia. Allí se pueden encontrar consolas, modulares, juegos de camas con espaldares rectangulares y la combinación de colores como blanco, negro, gris y otros.
Villegas cuenta que la tradición de la fabricación del mueble en Huambaló se inició hace 70 años y fue creciendo periódicamente. Este momento, 60 almacenes y 180 talleres, entre pequeños y grandes, comercializan y fabrican muebles de todo tipo, medida y calidad. Y emplea -directa e indirectamente- a 9 600 personas. Es una de las principales actividades económicas de la parroquia.
Eso hizo que los artesanos inviertan en nuevas estructuras y en maquinarias de última tecnología. Se observa, además, una constante capacitación de la mano de obra.
Otro de los fabricantes es Carlos Coca. Este explica que los muebles minimalistas siguen mandando en el mercado nacional con algunas innovaciones. A los volúmenes sobrios y rectos que caracterizan a este estilo, se les adiciona color, para que no se vean tan monótonos. “Este mobiliario tiene mucha demanda, especialmente de los jóvenes”.