En Tarqui, dos hoteles que colapsaron por el terremoto del pasado 16 de abril. Foto: Alfredo Lagla y archivo/El Comercio
Leopoldo Breschi e Ian Watt, ingenieros de VMB ingeniería estructural, de Chile, visitaron el país esta semana. Su presencia tuvo como objetivo apoyar al Gobierno de Ecuador a generar acciones profesionales en reconstrucción de estructuras afectadas en el terremoto del pasado 16 de abril.
Los expertos ya se reunieron con representantes del Miduvi, IESS, CNT y las cámaras de la Construcción de Quito y Guayaquil para dar asesoramiento a través de las experiencias vividas en Chile.
Según los expertos, hay dos formas de construir estructuras que actúen mejor ante un evento como el ocurrido hace un mes. La solución tradicional de la ingeniería es darle más resistencia a las construcciones con muros más gruesos, columnas más poderosas y mejores materiales.
Ian Watt indica que esa alternativa también implica daño. Por ello, proponen aprovechar la tecnología disponible en protección sísmica de estructuras: la aislación sísmica.
“La teoría moderna de la ingeniería sísmica es que si yo no quiero que mi edificio o sus contenidos se dañen, la única solución es protegerlo con tecnología moderna. Los aisladores en vez de darle más fuerza a la estructura hacen que la energía que entra sea menor”.
Los aisladores sísmicos son dispositivos de goma con placas de acero que tienen una flexibilidad tal, que hacen que la estructura se perjudique lo menos posible, indica Leopoldo Breschi. “Se introducen en las bases de la construcción, entre la fundación y la estructura misma y se deforman horizontalmente sin problema”.
Esta es una de las alternativas que los chilenos proponen en las construcciones ecuatorianas, especialmente para las del sector de la salud, la energía, las comunicaciones, la seguridad pública y la infraestructura vial. “En Chile, luego del terremoto, el tema de los aisladores se usa por ley en estas construcciones”, sostiene Watt.
Desde su experiencia aseguran que, por ejemplo, un hospital no puede dejar de funcionar por causa de un colapso, al igual que un puente o la energía eléctrica.
La calidad de los materiales, así como su adecuado uso también son claves. Según Breschi y Watt, luego del evento sísmico de Chile identificaron que habían hormigones mal armados.
El hormigón es un material que hay que saber tratar, indica Breschi. “El cemento tiene que ser bueno, el agua tiene que ser la correcta. Pero no basta con eso, si yo mezclo mal los materiales y les doy un mal tratamiento habrá inconvenientes”.
Por ello, Breschi destaca la importancia de la supervisión en el proceso de construcción y en los materiales. Para Ecuador, Leopoldo Breschi propone partir de una evaluación de la situación para que, a través del Estado, se generen políticas de inversión para las viviendas necesarias.
Los profesionales chilenos planean dar asesoría en algunos proyectos en las zonas afectadas por el terremoto. Un hospital del IESS y un proyecto de la CNT constan entre las propuestas con aislación sísmica que presentarán.