Los cuartos máster son los indicados para tener un vestidor o ‘walking closet’; aunque los dormitorios individuales también incorporan este equipamiento.
Un ‘walking closet’ es un anexo de la alcoba y tiene comodines, zapateros, maleteros, repisas y tubos para colgar la ropa, explica Ximena Sánchez de Klass Muebles.
No requieren de puertas y su estructura varía dependiendo de quién lo vaya a usar, afirma Lorena Salvador.
En el caso de las mujeres se requiere de adaptaciones para carteras, cinturones, zapatos planos y de tacón. Así como para artículos personales como perfumería, cosméticos y tratamientos corporales. Una peinadora es usual.
Para su implementación se requiere de un espacio amplio, afirma Marco Garcés, arquitecto, pues es como construir un dormitorio más, añade.
El vestidor, generalmente, está compuesto por módulos de 40, 60, 80, 120 y 240 cm, debido a que los materiales vienen en tableros cuyas medidas son de 244 por 122 cm, afirma Carlos Jácome, arquitecto.
Los tipos de herrajes y rieles usados aumentan el costo. Por ejemplo, los cajones pueden incluir el sistema ‘push’ (se abren con un toque) o con un sistema de cierre paulatino.
Es mejor que tenga iluminación natural. Si no lo tiene, la iluminación LED es la más indicada, pues puede colocarse en las repisas de forma puntual. Marco Garcés recomienda colocarlas a 30 cm de la ropa.
Los materiales más usados son el MDF forrado con melamínico o termolaminado (PVC) o chapa de madera. La instalación se la realiza en tres días. El costo del metro lineal varía entre USD 200 y 240.
En algunos casos, se pude incluir en estos vestidores una isla con cajones, o también compartimentos más especializados; por ejemplo, un espacio para corbatas o bancos para limpiar el calzado.
No olvide
El piso del ‘walking closet’ debe ser del mismo material que en el dormitorio.
La iluminación ideal es la blanca, para que no exista una distorsión del color de la ropa.
La circulación mínima para un ‘walking closet’ cómodo y funcional es de dos metros.