La terraza verde del edificio Foresta tiene juegos infantiles y una pista de karts. Fotos: Julio Estrella y Armando Prado / EL COMERCIO y cortesía edificio Jade
Aunque no es lo más justo ni lo ideal, es absolutamente cierto: las ciudades actuales crecen en dos direcciones: hacia arriba o hacia las periferias.
A esta coyuntura urbana, que tiende a agudizarse por la falta de suelos urbanos residenciales, se suma el escaso porcentaje de áreas verdes y recreativas que quedan -como pequeños lunares verdes- en metrópolis como Quito.
Ante esta dicotomía, explica el Arq. Jorge Bailón, a los constructores de edificios para vivienda no les quedó otra que adaptarse y crear equipamientos -llamados internacionalmente amenidades- que atraigan a los compradores.
Entonces, nació la idea de los ‘barrios verticales’, explica Oswaldo Ribadeneyra, gerente comercial de Proaño&Proaño.
El área de juegos para jóvenes del edificio He Parc se caracteriza por su estilo colorido e informal.
Estos nuevos ‘barrios’ son espacios creados para ayudar a los condóminos a vivir en comunidad, a optimizar su nivel de vida con equipamientos creados en su propio hábitat, en la planta baja o en la terraza de sus edificios.
Estos espacios se generan por la búsqueda de un brazo comercial (en el régimen de libre competencia) por la captación de mercado más que por una ordenanza municipal, explica el Arq. Christian Wiesse.
La ordenanza municipal requiere de un área recreativa a razón de 12 m² por unidad de vivienda y una sala comunal a razón de 1 m² por esa misma razón. Y nada más. No específica qué tipologías ni equipamientos deben estar, afirma Wiesse.
La piscina y el hidromasaje del edificio Jade se completan con un diseño minimal.
La ordenanza dice que mínimo el 10% del área de un edificio debe dedicarse a las áreas comunitarias, afirma Bailón. Pero estipula que si un inmueble no tiene m² para su comunidad, debe ‘comprar espacio verde’, que no es otra cosa que pagar un valor económico al Municipio por esa carencia.
Obviamente, explica Danilo Flores, administrador del edificio He Parc de Uribe & Schwarzkopf, los equipamientos y ambientes creados superan ampliamente la norma y tienen un solo objetivo: ofrecer el mejor confort y descanso a los propietarios.
Pero, ¿qué se ofrece? De todo, como en un ‘shopping’.
Hay terrazas verdes contemplativas y huertos operativos; salas de ejercicio y de yoga; pistas perimetrales para correr y caminar; pistas de bolos reglamentarias; canchas de squash y raquetbol; cines, salas para karaoke y más.
Este kidclub del edificio La Recoleta tiene equipamientos para que los pequeños estén a sus anchas.
Foresta, de Proaño & Proaño, tiene una terraza verde con pista de karts. He Parc y
La Recoleta (de U&S) tienen kidclub; muro de escalada; salas de reuniones, lavandería…