En este ambiente diseñado por Sonnia Orellana, los protagonistas son el techo y el color. Foto: Cortesía
Tener una casa o un departamento cerca de la playa es un sueño cumplido. No obstante, por su misma tipología, estos inmuebles tienen concepciones -arquitectónica, decorativa- diferentes a las de se levantan en las ciudades o en los valles.
Como afirma la arquitecta Bernardita Hidalgo de Falquez, la casa de playa debe generar un ambiente de relax total.
Emocionalmente queremos un entorno que nos despierte una sensación de serenidad y nos permita cambiar de ambiente, sugiere la arquitecta Ana María Hanze de Doumet.
Por esa razón, explica Hidalgo, esta tipología se define por su funcionalidad, comodidad y claridad y, si tiene acceso, por la sugerente vista del mar.
En la casa o de playa un balcón con hamacas para descansar o una gran pérgola donde la familia pueda reunirse son espacios primordiales.
Lo principal en una casa o departamento de playa, asevera Hanze de Doumet, siempre es dirigir todos los ambientes a la mejor vista que brinde el lugar: ya sea del mar, de la playa, de algún acantilado imponente.
Lo esencial, aporta la arquitecta de interiores Sonnia Orellana, es que los ambientes logren una identidad y un carácter que los distinga de otros. “Eso se cumple ya sea en la ciudad o en la playa, aunque en esta podemos ser un poco más audaces y salir del contexto de lo neutral y formal”.
La decoración playera, asimismo, tiene conceptos de diseño específicos que están determinados, obviamente, por la cercanía del océano.
Hidalgo señala algo sustancial: como este inmueble es un sitio para descansar y olvidarse de la ciudad, los acabados deben soportar fácilmente los pies con arena y los pantalones y trajes de baño mojados.
Es aconsejable el uso de productos fáciles de limpiar y suaves al tacto. Los pisos de madera, cerámica, hormigón visto y porcelanato son ideales por su fácil limpieza y costos razonables, enfatiza Hidalgo. Las alfombras, a menos que sean de cabuya, paja toquilla o cualquier otra fibra natural, no son aconsejables.
Hanzede Doumet, por ejemplo, utilizó un porcelano que asemeja la arena blanca del Caribe, con vetas y puntos grises muy claros, en un departamento que se acaba de estrenar en Chipipe, Santa Elena.
Los muebles para estos emprendimientos también son específicos. Para exteriores, los de ratán (tanto natural como sintético) son muy utilizados y los comercializan varias empresas como Almacenes Boyacá, Pica, Mr. Dream, Dedon.
Lo importante, enfatiza Hanze, es que estén recubiertos con maderas y telas resistentes y tratadas para resistir el sol y el salitre que impera en la playa. Deben ser casuales, confortables e invitar al descanso y a la comodidad que buscamos cuando se vacaciona.
Este mobiliario debe ser de maderas curadas y telas naturales como linos o algodones, dice Hidalgo. La mayoría de metales se oxida en la playa por la alta salinidad, por eso no son muy aconsejables. Tampoco lo es utilizar materiales de gran mantenimiento, como la seda.
Los detalles cuentan. En una casa diseñada por Orellana, el tumbado fue el protagonista. Se usaron vigas, duelas de madera e iluminación indirecta.
En cuanto a colores, el menú se diversifica según los gustos del propietario y el diseñador.
La mayoría procede de la misma playa: tonos grises o blancos de la arena; azules y turquesas del mar; rojos de los corales; beige de las conchas coinciden Hidalgo y Hanze.
El enfoque es mezclar elementos y estilos de forma equilibrada con colores y texturas que contrasten, sugiere Orellana.
Los accesorios playeros de moda son ramas secas encontradas en caminatas en la playa, estrellas marinas, corales.No comprados sino encontrados en la playa. Esto los hace más memorables, según Hidalgo
Las casas y departamentos de playa tienen características de calidez, color y vista privilegiada