Los niños de hoy son verdaderos Harry Potter. Solo que en vez de escobas voladoras y varitas mágicas usan fórmulas y encantamientos nacidos de la cibernética, la informática y la realidad virtual: el PC, la televisión, el discman, el joy sticks, el Nintendo Wii o el PlayStation 3. Y, cómo no, la Internet, que es la principal autopista de la generación XXI.
El tiempo cuando los pequeños jugaban a las bolas, los trompos y al monopolio se fue hace rato. Y los dormitorios, que solamente eran los espacios donde los incansables recuperaban la energía perdida, ya forman parte del registro histórico.
Hoy esas habitaciones, programadas antiguamente solo para dormir, son unos verdaderos micromundos. Unos nanouniversos donde el muchacho no solo duerme o juega ocasionalmente; sino estudia, interactúa, descansa, investiga, aprende, emprende y navega. Crea y se recrea.
Esas nuevas aristas de las actividades infantiles y el achicamiento progresivo de las albobas, producto directo de la reducción de las viviendas, puso de cabeza a los diseñadores de mobiliario quienes, sin embargo, salieron avantes con la invención de un mueble revolucionario: la litera multifunción.
Con este elemento los diseñadores lograron meter todos los huevos en la misma canasta, explica el Arq. Marcelo Rodríguez, del taller Capirudeco.
¿Esto que significa realmente? Que las literas de hoy dejaron de ser simples camas de dos pisos, ideales para los hijos de edades parecidas e igual sexo, para convertirse en verdaderos todoterrenos donde coexisten de forma armoniosa la cama, obviamente, pero junto al escritorio, el portadiscos, el espacio para la laptop o la tableta o el PlayStation, las repisas para los libros y hasta los lugares para colocar el balón de fútbol o el afiche de su artista o cantante favorito.
¿Los materiales? La madera y el acero -tanto pintado como inoxidable- son los más populares, explica el arquitecto Renato Arcos. Los precios: desde USD 500 las más simples hasta…