En este modelo de Breuyn, el mobiliario con el tono de la madera al natural marca la neutralidad en el ambiente. Foto: www.archiexpo.com
Cuando un bebé está en camino, adecuar el espacio para el nuevo integrante de la familia se vuelve una de las mayores preocupaciones. Pero, ¿qué pasa si no se tiene la certeza de su género o, simplemente, se quiere aplicar una decoración neutra, sin marcar una identidad para niña o niño?
Según el interiorista José Antonio Rivas, el género del bebé ya no es un problema en el momento de diseñar su habitación. Esto, debido a que la tendencia de colores deja atrás los azules para niños y los rosados para niñas. “En general, la clave está en lograr un ambiente limpio, puro y elegante”.
El profesional explica que lo ideal es dar detalles con formas lineales, delicadeza y minimalismo, sin perder la esencia cálida y armónica.
El blanco es uno de los tonos más neutros y combina con todo. Foto: www.archiexpo.com
Lo más usual al pensar en la decoración del cuarto del bebé es marcar la diferencia de género con color. Desde esta nueva propuesta de ambientes unisex, la escala de color va de la siguiente forma: beige, café, turquesa, blanco, incluyendo sus degradés. “Esto se puede aplicar tanto en muebles como en accesorios y paredes, evitando colores fuertes como rojo o rosado”.
Estos muebles, asegura, deben ser preferiblemente de madera, sin lacas o sellantes fuertes. “Sugiero el roble Venecia, que combina con un suave lacado blando”.
La interiorista Carolina Zambrano recomienda un color base claro. “Debe prevalecer el blanco, el gris o el beige y se pueden combinar o contrastar con colores que cumplan con el objetivo neutral”.
A su parecer, la estética debe complementarse con la seguridad del bebé. Por ello, coincide con que la mejor opción para el mobiliario es la madera.
El melón de este cuarto de Bosques de Inchalillo también funciona. Foto: Paúl Rivas / EL COMERCIO
En cuanto a accesorios, sugiere que sean de plástico y redondeados para evitar accidentes; así como tapices que sean de fácil limpieza.
“No se recomiendan elementos que acumulen polvo como las alfombras o los peluches. Tampoco los colores muy estimulantes en proporciones grandes. La idea es decorar según las necesidades y el gusto de los papás, incluyendo elementos apreciados, que otorguen personalidad y un efecto armónico”.
María Fernanda Andrade, interiorista, dice que se puede lograr un efecto interesante si se añade textura en una pared con papel tapiz o una cenefa.
Además, la profesional considera que independientemente del género del bebé, hay que definir el estilo que se quiere marcar en la habitación.
El turquesa, combinado con el blanco, logra un aposento unisex en este diseño de Studio Knox. Cortesía José Antonio Rivas / Studio Knox
Por ejemplo, si se quiere algo minimalista, sugiere una cuna blanca de diseño recto, la cómoda blanca con espacios vacíos como cubos y un papel tapiz de líneas o cuadrados.
Cuando se trata de contemporáneo, en cambio, la cuna sería de madera natural, algo curva; la cómoda con cajones con biseles; el papel tapiz de animalitos o una cenefa.
Lo que tampoco puede pasar por alto es la iluminación. Andrade recomienda la dimerizada, para dosificar la cantidad de luz necesaria, según la hora del día y las necesidades.