Sea de la clase que se sea, el crisantemo es una de las flores más bellas que existen y su presencia alegra cualquier espacio.
Es más, su amplio rango de variedades suministra flores todo el año. Flores que van desde los 6 centímetros de diámetro en los crisantemos más pequeños, hasta los 15 y más centímetros en los ejemplares más desarrollados.
Estas flores prefieren una temperatura comprendida entre los siete y los 30 °C. Sustratos ideales: dos partes de arena por una de cascarilla de arroz; dos partes de arena por una de escoria de carbón; dos partes de arena por una de aserrín.
Los crisantemos se multiplican por esqueje, que no es otra cosa que un pedazo de tallo.