Sí. Son esos túneles forrados de ladrillo por donde baja San Nicolás en la Nochebuena, para dejar los regalos para los niños que se han portado bien en ese año: son las chimeneas.
Aunque la reducción de la superficie de los departamentos modernos ha disminuido su utilización, en zonas frías como Quito y otros lugares de la Sierra son necesarias.
Como sucede con los equipamientos referentes al hogar, estos también han cambiado con el paso del tiempo y la irrupción de la tecnología de punta.
Ahora son tendencia las chimeneas o estufas ecológicas, que se encienden con etanol. Las eléctricas ya tienen sus buenos 10 años en el mercado, mientras que las de gas son muy utilizadas por sus facilidades de acopio y su economía.
Las chimeneas clásicas, consideradas como de fuego abierto, distribuyen el calor únicamente en la habitación donde están instaladas. Su componente principal es el fogón, lugar donde se realiza la combustión de la leña o el carbón, generalmente fabricado en ladrillo refractario, hierro fundido o, a veces, aluminio.
Estas mismas chimeneas de leña o de combustión han sufrido cambios radicales, explica Susana de Manríquez de la empresa Bosca.
Las estufas de Bosca son de consumo lento. Constan de una caja de fuego que produce una combustión cerrada. El vidrio cerámico que cubre la caja es ultrarresistente y soporta hasta 1 000 °C de temperatura.
En este tipo de equipos, manifiesta De Manríquez, hay doble cámara de fuego, lo que hace que no bote partículas de carbón ni tampoco de aire. Son totalmente herméticas.
La conexión para que salga el humo se realiza por un sistema de acero inoxidable que debe salir a los cuatro vientos. El diámetro estándar de esta tubería es de seis pulgadas.
¿Los precios? Desde USD 450 por la más pequeña, que calienta hasta 80 m²; hasta más de USD 1 000 por la más grande, que atempera 200 m².
Pero no solamente existen las chimeneas de combustión. La tendencia actual es a utilizar las chimeneas que funcionan a gas o con electricidad. Las primeras están conformadas por un equipo de gas, llamado también leño, y por un hogar. Como el fuego se produce por gas o electricidad, estos artefactos no necesitan del tiraje (tubería) ni de corrientes de aire.
Las de gas automáticas o con control remoto Indoor , explica Marisol Gómez, de Patagonia Chimeneas, son aptas para interiores o exteriores con techo. Los sistemas Outdoor, que son de más alta eficacia calorífica, son para ambientes sin techo o a la intemperie total, ya que soportan las inclemencias del tiempo como la salinidad.
Estas estufas tienen quemador y sistemas incorporados, 99% de eficiencia calorífica, sensor de agotamiento de oxígeno, catalizador de emisiones de CO2; termostato e intensidad variable de llama, mínimo consumo de gas… Y valen desde USD 990 hasta 1 990.
Carlos Garcés, arquitecto, diseña chimeneas lineales de gas. Él afirma que ocupan poco espacio y sus tamaños pueden variar des de 0,60 a 2 metros. La chimenea lineal tiene un tubo que direcciona la llama mediante agujeros distribuidos a lo largo de su tamaño.
Las chimeneas de etanol, tecnológicamente, no se quedan atrás. Es más, son ecológicas, explica Kléver Solórzano, de Home Vega. Estos equipos funcionan con este tipo de alcohol: un litro por cada hora de calentamiento.
Son de acero inoxidable más un vidrio templado de 6 mm. Las más simples, de un solo quemador, valen USD 480; las de tres quemadores (1,60 m de largo x 0,85 m de ancho) cuesta USD 997. ¿Más tecnología?