La cerámica es un material muy antiguo; tan antiguo que ya está presente en las primeras expresiones artísticas del ser humano. Y siempre se ha asociado con la arquitectura y el diseño, por sus características térmicas, acústicas y de maleabilidad, que le permiten adaptarse a las formas y a los espacios más disímiles.
Y aunque en la decoración los accesorios de cerámica se vieron desplazados por otros materiales más vanguardistas, se observa un resurgimiento de su función ornamental. Redondas, aplanadas, cuadradas o con figuras humanas o de animales, las cerámicas vuelven a pisar con fuerza los principales ateliers y almacenes de decoración.
Carla Palau, de Dejavu, explica que una de las tendencias más actuales está marcada por objetos y esculturas en cerámica pintados totalmente a mano.
Estos accesorios reflejan figuras de animales, personas, cosas, esferas, cuadros, esculturas de pared… Hasta zapatos decorativos hay. Su variedad es una de las características. Son piezas traídas desde México.
La nueva colección le pertenece, en su mayoría, a Carla de Lara. Están pintadas con acrílico y una de sus cualidades es que al estar pintadas a mano, son piezas únicas. De hecho están firmadas por la artista.
En cuanto a los colores están el blanco y negro, tierras y tonos fuertes como el rojo.
Hay esculturas interactivas que simulan un movimiento como el baile o cuadros que van desde pequeños hasta grandes. Los hay de varios tamaños y presentaciones.