La piedra es el nexo de Casas del Nogal con el Tomebamba

El proyecto de Isam se planteó para guardar armonía con el Barranco de Cuenca. Foto: Xavier Caivinagua/ EL COMERCIO.

El proyecto de Isam se planteó para guardar armonía con el Barranco de Cuenca. Foto: Xavier Caivinagua/ EL COMERCIO.

El proyecto de Isam se planteó para guardar armonía con el Barranco de Cuenca. Foto: Xavier Caivinagua/ EL COMERCIO.

El Barranco del río Tomebamba es una de las zonas más emblemáticas de Cuenca, no solo por su pasado, sino por la vista que ofrece. Allí, el proyecto habitacional denominado Casas del Nogal fue acoplado para guardar armonía con el entorno.

En la propuesta de la inmobiliaria Isam, la piedra de canto rodado o de río es el material fundamental para generar ese nexo con el Tomebamba, uno de los cuatro ríos que atraviesan la urbe.

Las primeras plantas de los ocho bloques del proyecto fueron recubiertas con esa piedra. Estos espacios están distribuidos en torno a seis patios desde donde se capta la luz y la ventilación.

Son 22 unidades, entre suites, dúplex y departamentos, que van desde los 60 hasta los 180 metros cuadrados. Estos se conectan a través de corredores y gradas. También hay una terraza comunal donde se implementará un huerto urbano y un área social.

En total son 2 500 m², entre el espacio recuperado de una casona antigua que da hacia la calle Larga y las nuevas estructuras ubicadas en el Barranco. Según el arquitecto Carlos Espinoza, su propuesta consiste en bloques terraceados para aprovechar el desnivel que ofrece este accidente geográfico.

“Si bien la estructura está conformada en torno a los patios, la edificación está planteada para aprovechar la luz y la vista”.
Para la intervención en los jardines se contrató al experto Ernesto Lobato. Su propuesta es recuperar la vegetación nativa. En cada patio se colocan elementos puntuales para diferenciar y dar identidad. Aún no está finaliza esa labor.

Para el límite de la casa que da hacia la orilla del río Tomebamba, la idea es colocar una suerte de barrera natural con pencos y cactus como se hacía antiguamente. Eso genera seguridad para los habitantes del inmueble y también armonía con el paisaje.

La construcción se realizó con un sistema tradicional de mampostería de ladrillo y una cubierta ligera con revestimiento de ladrillo artesanal, que es otro material tradicional de Cuenca. La idea es que la cubierta se mimetice con el entorno porque con el tiempo tomará la misma tonalidad y la apariencia de las tejas artesanales de las casas aledañas.

En los acabados se personalizó cada departamento de acuerdo con el gusto del dueño, dice Espinoza. “La mayoría prefirió porcelanato…”.

Antes de la intervención, señala el constructor, la parte antigua, que tiene unos 100 años, estaba en malas condiciones por la falta de mantenimiento. Las estructuras que daban hacia el Barranco se edificaron después y no tenían valor patrimonial.

Según Espinoza, la parte no antigua tiene un estilo que se cataloga como arquitectura popular. “Fue una intervención sin criterio estético, solo se pensó en la funcionalidad”.

El Nogal es el cuarto proyecto que la inmobiliaria Isam ejecuta en el centro de Cuenca. Los anteriores están en las calles Esteves de Toral, Juan Jaramillo y Alberto Muñoz. El quinto está iniciándose en el Barranco del Tomebamba, pero en las inmediaciones de la calle Benigno Malo, y se denomina Casas del Ciprés.

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