El estilo vanguardista del Centro Cultural Comunitario Gustavo Alfredo Jácome, en Otavalo, sobresale en un extremo del parque San Sebastián. La edificación, de paredes de color blanco y antepechos grises, fue levantada junto al jardín situado en el norte de la urbe.
El nuevo ícono de la cultura imbabureña surgió por un acuerdo entre el Municipio de Otavalo y el escritor y gramático otavaleño Gustavo Alfredo Jácome.
El autor de 40 libros donó su biblioteca personal y la ciudad, en reciprocidad, erigió el inmueble que lleva su nombre.
El edificio, que es de corte contemporáneo, fue construido en el 2011 y equipado este año, se integra a una edificación tradicional de tipo circular, de ladrillo y techo de teja levantada hace 20 años. En ese espacio funciona la Casa de la Juventud.
“Es un conjunto arquitectónico bien logrado. Lleno de estética y funcionalidad”, afirma Franklin Villalba, director de Planificación del Cabildo otavaleño.
Desde el centro del antiguo inmueble se proyectaron los radios que tejen unos triángulos en la planta.
Según el arquitecto Ramiro Jácome, hijo del escritor y diseñador del proyecto, los cuatro triángulos se formaron de dos radios proyectados a 90 grados cada uno.
Las paredes que tienen la forma de triángulos sostienen una cubierta inclinada. “Las puntas de estos triángulos permiten que el edificio tenga un diseño dinámico, que puede ser apreciado desde el exterior”.